Tres alimentos que aceleran el metabolismo en verano (y tres que lo ralentizan), según un experto
El fisiólogo y especialista en metabolismo, nutrición y ejercicio físico Helios Pareja da las claves: "No existen alimentos milagrosos"
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Nuestro metabolismo puede cambiar de una época a otra, especialmente cuando variamos la alimentación dependiendo de la temperatura y la climatología. Por eso mismo hay quien busca alimentos que aceleren el metabolismo ahora que es verano, pero el fisiólogo y especialista en metabolismo, nutrición y ejercicio físico Helios Pareja, autor del libro ‘Inteligencia metabólica’, es claro “no existen alimentos milagrosos que por sí solos aceleren el metabolismo”.
A pesar de ello, Pareja sí que expone que existen algunos alimentos que “por su composición, pueden ayudar a activarlo, especialmente en verano, cuando buscamos opciones ligeras y refrescantes”.
Y al igual que los hay que lo aceleran, están los que lo ralentizan, que no quiere decir que sean ‘malos’, sino que hay que entender que “pueden interferir con un metabolismo saludable si forman parte habitual de la dieta". Para entenderlo mejor, el experto nos da tres alimentos que consiguen acelerar el metabolismo en la temporada estival y tres que lo ralentizan.
Tres alimentos que lo aceleran
Café
La cafeína presente en el café o el té estimula el sistema nervioso y aumenta la liberación de catecolaminas, lo que favorece la movilización y oxidación de las grasas como fuente de energía. Tomado sin azúcar y con moderación, incluso en formato frío, puede ser un buen aliado para mantener el metabolismo activo en verano. Además, ayuda a mejorar el rendimiento físico y mental, y es una alternativa más saludable a muchas bebidas azucaradas del verano.
Pescados azules (como sardinas, caballa o atún)
Son una fuente excelente de proteínas y ácidos grasos omega-3, que ayudan a preservar la masa muscular —clave para mantener un metabolismo activo— y favorecen la regulación hormonal. En verano, son ideales para preparar platos fríos, como ensaladas o tostas ligeras.
Alimentos con picante natural (como guindilla o jengibre)
Contienen compuestos como la capsaicina, que pueden aumentar ligeramente el gasto energético al estimular la termogénesis. Usarlos con moderación en salsas, aliños o marinados puede dar sabor y un pequeño impulso metabólico sin necesidad de añadir calorías vacías.
Por supuesto, estos alimentos solo tienen efecto cuando forman parte de un conjunto equilibrado: moverse cada día, descansar bien y mantener una alimentación variada siguen siendo la base para un metabolismo saludable a cualquier edad.
Tres alimentos que lo ralenticen
Alcohol
El alcohol aporta muchas calorías vacías, pero casi ningún nutriente útil. Además, cuando el cuerpo lo metaboliza, da prioridad a eliminarlo antes que a procesar otros sustratos como las grasas o los hidratos. Esto puede frenar momentáneamente la quema de grasa y dificultar la regulación energética. También afecta al sueño, lo que a su vez impacta negativamente en el metabolismo.
Ultraprocesados ricos en azúcares simples y harinas refinadas
Productos como bollería, galletas, cereales azucarados o snacks industriales provocan picos de glucosa en sangre seguidos de bajadas bruscas, lo que altera la insulina y favorece el almacenamiento de grasa. Además, no sacian, lo que nos lleva a comer más de lo necesario sin darnos cuenta.
Grasas trans o hidrogenadas
Estas grasas, presentes en algunas margarinas, fritos industriales o comida rápida, alteran la función de las membranas celulares, favorecen la inflamación y afectan negativamente a la sensibilidad a la insulina. Su consumo regular puede contribuir a un entorno metabólico más ineficiente y a una mayor acumulación de grasa visceral, especialmente perjudicial en edades medias y avanzadas.