¿Qué diferencia al yogur griego del natural? Claves para saber cuál elegir

El proceso de elaboración de ambos yogures es igual, pero al final hay un paso que lo convierte en griego o en natural y marca la diferencia
¿De verdad funcionan los yogures de proteínas o son una moda?
Cuando vamos a hacer la compra al supermercado probablemente te vas directamente a los yogures que más te gustan y que ya tienes más que fichados. Sin embargo, si te paras un segundo en sus neveras, te das cuenta de la gran variedad que hay y que seguramente no sepas muy bien cuál es la diferencia que existe entre los que se hacen llamar ‘griegos’ y los que tienen ‘natural’ en su etiqueta, puesto que, a priori, su aspecto es bastante similar y no presenta grandes diferencias, aunque las tenga.
El yogur es una de las mejores maneras de consumir lácteos, ya que también nos aporta proteínas y diferentes vitaminas, pero a la hora de elegirlo puede haber dudas entre escoger el griego o el que se denomina natural al no entender muy bien qué los diferencia y cómo nos afecta al organismo cada uno.
¿Qué los diferencia?
Todo yogur debe elaborarse con leche y tener dos bacterias ‘buenas’: la Streptococcus thermophilus y la Lactobacillus bulgaricus. Estas dos bacterias provocan que la lactosa de la leche se convierta en ácido láctico, formando dos sustancias diferentes, la cuajada y el suero, con las que se puede elaborar o yogur natural o griego.
Si se elabora el normal, el suero se mantiene junto a la cuajada, que es la parte más consistente, y esa parte líquida la vemos cuando abrimos el yogur, aunque mucha gente lo tira antes de comerlo. Mientras tanto, al griego se le extrae el suero y otros líquidos tras el proceso de fermento, con un producto final mucho más espeso que el natural, que queda con una textura más ligera.
Cuál elegir
La divulgadora, dietista-nutricionista y doctora en Farmacia Marián García, conocida en redes sociales como Boticaria García, explicaba en una de sus publicaciones las diferencias entre ambos yogures y cuál es mejor elegir en caso de dura y también dependiendo de las necesidades de cada persona.
Pese a que la experta destaca que el yogur griego es una buena alternativa, también subraya que por su perfil nutricional tiene un mayor contenido en grasa, por lo que es mejor reservar su consumo para momentos más puntuales, dejando para comer a diario el yogur natural.
La regla 3-4-3
Además, la dietista recuerda que es importante fijarnos en la regla 3-4-3. ¿Qué quiere decir con esta regla? Boticaria García explica que tenemos que leer las etiquetas del producto e intentar que el yogur tenga un 3% de grasa, un 4% de azúcar de la lactosa del propio yogur, y otro 3% de proteínas.
