Cómo hacer tomate en conserva en tu casa, según Pepa Muñoz, la chef que más gusta a los famosos
Hacer tomate frito casero es un arte que, a pesar de ser sencillo, requiere de dedicación y buenos ingredientes
Tomates de calidad, aceite, sal y un poco de pimienta son los cuatro ingredientes necesarios
El tomate frito casero es uno de los esenciales de la cocina española, todo un placer culinario que nos transporta en cada gota a la más tierna infancia. ¿Quién no recuerda la famosa salsa de tomate de su abuela? Su sabor y su versatilidad la convierten en un básico de la cocina de muchas casas.
Entre junio y octubre es el momento culmen de los tomates, su textura, su color, su acidez o dulzor son claves para conseguir una salsa de tomate casera perfecta. De eso sabe mucho la chef Pepa Muñoz, también conocida como 'reina de los tomates', quien cree que el mejor tomate para conservas es la modalidad Roma. Los tomates Roma, también conocidos como italianos, tienen una forma ligeramente alargada, menos semillas, pulpa más firme y menos contenido acuoso, lo que lo convierte en una excelente opción para cocinar.
Pepa siempre acaba el verano preparando en su casa una salsa de tomate en conserva y además viene a bien compartirlo con sus seguidores más cocinillas, que no son pocos. “No hay verano sin hacer mis conservas. Este tomate frito es muy sencillo”, asegura la dueña del restaurante El Cuenco de Pepa.
Receta de salsa de tomate en conserva
Ingredientes
- Tomates
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Paso a paso
- Lavar y pelar los tomates.
- Cortar los tomates en trozo y escurrir bien el exceso de jugo que suelta el tomate que se puede guardar para futuras elaboraciones.
- Freír el tomate en el aceite, con la sal y la pimienta.
- Aún caliente meter en un bote de cristal hasta arriba, cerrar bien y colocar el tarro boca abajo y tapar para que no les de la luz.
Trucos para la salsa de tomate perfecta
- La mejor variedad de tomates: tal y como comentaba la chef, más recomendable para hacer salsa de tomate son los tomates roma. Se encuentran en todas las fruterías.
- Evitar que quede líquida: por su versatilidad, una salsa de tomate tienen que ser lo suficientemente suave y espesa, como para acompañar platos que van de la pasta a las verduras, pasando por la pizza o acompañando carnes y pescados. Así que, si te queda líquida, toca espesarla. Para ello, puedes incorporar, tomate concentrado, pero la clave es escurrir bien los tomates antes de ponerlos a freír con el aceite.
- Endulza la salsa de tomate: añadir una pequeña cantidad de azúcar ayudará a neutralizar la acidez del tomate. Un paso que se hace justo al final de la cocción.
- Quita la piel a los tomates: no pelar los tomates puede alterar la textura de la salsa ya que, a diferencia de la pulpa del tomate, esta no se derrite durante la cocción.
- Congela: la salsa de tomate casera caduca antes que la comercial. Si no la vas a consumir en los días inmediatamente posteriores a cocinarla, congélala en un frasco de vidrio. Puede aguantar así hasta tres meses.