Los cinco nuevos restaurantes para impresionar en una primera cita en Madrid

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Así luce el comedor de El Patio de Claudio dentro del Hotel Único.. El Patio de Claudio
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¿Encontrar un restaurante en Madrid que sea perfecto para una primera cita? Puede parecer fácil pero no lo es. En primer lugar, porque hay demasiado en juego en ese primer encuentro como para no querer devanarse los sesos e intentar hacer check en todo lo que hay que tener en cuenta: el ambiente debe ser el idóneo para una buena conversación; el menú, lo más variado posible y con opciones sin gluten o veganas; un espacio que invite a una larga sobremesa: y, cómo no, que la comida sea tan rica que los dos podáis recordarla por los siglos de los siglos.

En segundo lugar, no es tarea sencilla porque en la capital hay muchísimas aperturas entre las que elegir. Y son tantas las que nos dicen que merecen la pena, tanto los medios especializados como los compañeros en la oficina, que lo suyo es que sea un experto en la materia el que haga esa criba por ti. Así que déjate asesorar por un servidor, no tanto porque sea un maestro en primeras citas, sino porque a mí y mis compañeros no nos queda otra que estar pendientes casi a diario de lo que se cuece en esta ciudad a la que muchos se refieren como la capital europea de la gastronomía.

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Así que busca un asiento cómodo, sírvete una copa de ese vino que nunca te ha fallado y deleítate con la selección de nuevos restaurantes de Madrid para una primera cita que te traemos para que todo fluya en ese día tan especial. ¡Lo de cómo pagar la cuenta lo dejamos a vuestra elección!

Manero Marqués de Cubas

Muchos no tardaron en bautizarla como la gran inauguración de 2025, a pesar de que abrió sus puertas a finales del pasado 2024. Pero poco importa esto cuando te adentras en este templo del hedonismo –de 450 metros cuadrados– donde todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. El nuevo buque insignia de la marca Manero en Madrid ha llegado a los alrededores del Paseo del Prado y la Fuente de Neptuno para hacer mucho ruido.

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Uno de los muchos rincones hipnotizantes de lo nuevo de Manero.

Por eso sus creadores no han dudado a la hora de confiar a Lázaro Riosa-Violán (y a Raquel Giménez de Raquel Giménez, de Apple Tart) el interiorismo de los tres espacios que nos encontramos al atravesar sus puertas: una gran área de barra y cocktail-bar, un llamativo restaurante planteado como un bistró y caviar-bar, y el Club Manero Dom Pérignon, con barra, privados e incluso un karaoke. La idea, como habrás adivinado, es que una vez te adentres en su universo ya no quieras salir nunca más de allí.

El lobster roll es uno de sus fascinantes entrepanes.

Si nos fijamos en la propuesta de cocina, que no hay que olvidarse nunca de que estamos en Gastro, solo podemos volver a darle otra enhorabuena a Carlos Bosch. Es imposible no disfrutar a lo loco de propuestas como las quisquillas de Santa Pola o sus codiciados entrepanes (bikinis, lobster roll, bocadillo de calamares, pepito de ternera). Pero también de una sabrosa milanesa, su más que acertada sopa de cebolla, una original ensalada César o cualquiera de sus pescados del día. Tú decides a qué quieres jugar cuando entras en este parque temático de la gastronomía, la coctelería y el despiporre.

Marqués de Cubas, 14

Roostiq Bar

De los creadores de Roostiq llega ahora su versión sin horno de leña. ¿Y qué quiere decir esto? Que no vas a poder pedir ninguna de sus afamadas pizzas, que siguen despachando a menos de 300 metros de distancia en el Roostiq original (Augusto Figueroa, 47). La buena noticia es que su idilio con la parrilla sigue siendo igual de fuerte, o incluso más en esta nueva aventura.

Por eso no suelen faltar en las comandas elaboraciones a la brasa con mariscos, pescados y carnes como protagonistas. Tampoco vas a echar en falta ese singular producto que les proporcionan la granja y huerta que tienen en Ávila. Desde los pollos y cerdos de bellota que crían ellos mismos hasta las verduras y hortalizas ecológicas que tan bien se llevan con el humo. Pero lo mejor es que su característico ‘organic mood’ se disfruta ahora en un entorno muy diferente.

Lo decimos porque el local diseñado por el estudio barcelonés Astet respira elegancia y personalidad por todas partes, y esto es algo que sin duda ayuda a que la experiencia en Roostiq Bar sea de diez. Del resto se encarga una bodega sobresaliente donde se superan las 700 referencias de vino, incluyendo un buen número de champanes (como Dom Pérignon, Krug o Moët & Chandon) y borgoñas, por los que Zoilo Álvarez (propietario) siempre ha sentido especial predilección.

Calle del Barquillo, 40

Lina

El recién estrenado proyecto del chef Patricio Massimino junto a su hermano Diego es un homenaje a su abuela Lina, pero eso no quita que pueda ser el lugar perfecto para encontrarte con esa persona. Su estilo bistró y unos platos que te llevan de viaje por el Mediterráneo o el Caribe lo convierten en un lugar muy especial y con encanto. Y lo mejor de todo es que tienes infinidad de opciones por la zona para antes o después de esa cena que debéis rematar con uno de sus cócteles.

El homenaje de dos hermanos a una abuela.

Echar un vistazo a la carta de Lina es como recorrer todos los países que han marcado gastronómicamente a este argentino con más de 20 años de experiencia que, tras formarse en Le Cordon Bleu Paris, se curtió por restaurantes con estrellas Michelin -como El Chaflán, Ramón Freixa o Atrio- y estuvo más de ocho años siendo jefe de cocina y chef ejecutivo de varias cadenas de hoteles boutique de gran lujo, como Amán Resorts, Sandy Lane o Auberge Resorts.

Una de las creaciones del chef Patricio Massimino.

Es entonces cuando entiendes que en sus platos convivan elaboraciones como una berenjena en escabeche ligero de cítricos, un huevo a baja temperatura con espuma de patata rustida o una merluza terminada al vapor de lemongrass que se acompaña de un guiso meloso de verduritas y navajas, ñoquis de ñame, aceite de lima, kaffir y cebollino. Si a esto le sumas un servicio profesional en sala y una cuidada carta de vinos diseñada junto a Álex Pardo, no deberías necesitar mucho más para intentar reservar en la casa de los hermanos Massimino.

Calle de Fernando El Santo, 25

Kuoco

No es una apertura como tal, porque es un restaurante que lleva brillando desde hace casi una década en Madrid, pero debes saber que acaba de mudarse a otro local y ahora merece aún más la pena acercarse a conocer la propuesta del chef Rafael Bergamo. En el nuevo Kuoco vas a poder gozar con todo lo que ya ofrecían en su anterior ubicación (San Bartolomé, 14) pero en un espacio que, ahora sí, está a la altura de su cocina.

Rafael Bergamo, la cabeza pensante detrás de Kuoco, Hot Now y Krudo Raw Bar.

Si la persona a la que quieres sorprender es de las que aman la cocina fusión en su sentido más amplio y por encima de todas las cosas, toma nota de lo que te vamos a contar. Dentro de su carta, viajera a más no poder, destacan el pani puri relleno de crema agria de nabo raifort, que es perfecto como entrante, su famosa ostra con gazpacho de hierbas aromáticas thai y el tartar de carabinero y kimchi casero (que va dentro de un cono). Pero es que seguramente aciertes con todo lo que pidas, porque bordan tanto las carnes como los pescados, a los que no les falta ese toque de autor tan propio de Bergamo.

Su famosa ostra con gazpacho de hierbas aromáticas thai.

Si, además, tu acompañante es de esas personas que saben apreciar una buena carta de vinos, aquí va a triunfar por todo lo alto. Lo decimos porque la amplia selección llevada a cabo por la sumiller Paula Prokopiak marida de maravilla con esos platos de Rafael que transitan entre Latinoamérica y el Sudeste Asiático. ¡Y un último apunte! Si la cosa va para adelante, no dejéis de visitar en el futuro los otros dos negocios con los que el venezolano se ha hecho famoso en la capital: Krudo Raw Bar y Hot Now.

Calle del Barquillo, 30

El Patio de Claudio

Está llamado a convertirse en el nuevo place to be del barrio de Salamanca. Pero no vaya a pensar que te recomendamos el flamante espacio del Hotel Único solo porque merezca la pena quedarse a vivir en su terraza cuando las temperaturas acompañan. En realidad, El Patio de Claudio, cuyo interiorismo corre a cargo de la reputada María Santos, tiene mucho más que ofreceros. Desde un desayuno en un ambiente tranquilo y luminoso hasta una cena romántica a cargo del chef colombiano Mario Valles, un ex yudoka olímpico que descubrió tarde la vocación que le llevó a querer formarse en el Institut Paul Bocuse.

Te va a costar elegir entre su comedor y su terraza.

Y es que nadie ha dicho que una primera cita tenga que ser, sí o sí, a la luz de las velas. También puede ser en una terraza a pleno sol, como la que rodea este palacete del siglo XIX que estos días cumple 15 años, o en cualquier otro momento del día. Porque ese es otro de los puntos a favor de este bistró, que son ellos quienes se adaptan a aquello que más os seduzca, algo que se agradece en estos tiempos de rigidez y encorsetamiento en lo gastronómico. Si vuestro plan ideal es tomar unos cócteles, y acompañarlos de unos bocados selectos al aire libre, no hace falta que busques más.

Lubina en salsa de acedera.

En su oferta encontrarás desde bites informales, como el pincho de tortilla o el sándwich club, hasta clásicos reinterpretados o platos para compartir. Aquí entrarían desde la terrine de campagne de codorniz con pepinillos encurtidos hasta el steak tartar, un adictivo solomillo Café de París o el tradicional cochinillo de Segovia confitado. Pero también una hamburguesa notable con patatas pont neuf o un arroz socarrat con alcachofas y trufa en temporada, entre otras muchas propuestas.

Calle de Claudio Coello, 67