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Rosa María Martínez es venezolana, tiene 30 años y trabaja como enfermera en una residencia de ancianos, pero también canta. Durante la pandemia, no ha podido actuar, sin embargo de vez en cuando organizaba conciertos, "todos esperaban ansiosos ese día", ha explicado, se vestían de gala y la escuchaban cantar, "vale muchísimo la pena trabajar con ellos", ha asegurado, son su mejor público.
Tras esto, Rosa ha comenzado a cantar acompañada de un piano. Su voz dulce y delicada ha asombrado a todos, además también estaban entre el público sus queridos abuelos. No se han querido perder la actuación de su enfermera.
"Sabéis lo que pasa Rosamaría, que yo no debería estar aquí juzgándote a ti. Te hemos acogido en este país y tú a cambio has estado en la zona 0 en el momento más complicado en nuestro país y encima tu talento ha ayudado a nuestros mayores a llegar hasta aquí. Para mí esto es el número perfecto", ha subrayado Risto.
A Edurne le ha llamado mucho la atención las palabras de su compañero, nunca había dicho de un número que era perfecto, y esta vez lo ha hecho.
"Los héroes" de Rosa han querido estar a su lado y se han subido al escenario junto a ella para pedir el pase de oro a la enfermera. Risto ha tomado la palabra, "representas todo aquello de lo que tenemos que sentirnos orgullosos. Nuestros mayores, nuestros sanitarios pero también representas al talento que sobrevive y nos hace sobrevivir", ha dicho, "y a vosotros que habéis venido hasta aquí, gracias. Este botón dorado es vuestro".
Otra de la actuaciones de la noche ha sido la de Javier Rufo y sus esferas eternamente inseparables. Un número de magia que ha fascinado al jurado. El mago ha querido hacer un homenaje a uno de los grandes a René Lavand y su "no se puede hacer más lento".
Samuel se ha presentado a 'Got Talent' porque quiere ser un ejemplo de superación y porque quiere pedir perdón a su madre por todo el sufrimiento que le ha ocasionado.
“Mi camino se torció en la adolescencia. Mi situación era bastante chunga, me sentía frustrado, impotente, solo. Entonces te pierdes en la calle, cogí el camino de las drogas. La cocaína me destrozó la vida, me hizo perder la cabeza y a la que me quise dar cuenta había agredido a la persona más importante del planeta”, explicaba Samuel. Además pasó un año en la cárcel por agredir a su madre. Ahora se ha subido al escenario para contar su historia.