El edificio recientemente demolido es la casa que tenía en Medellín Pablo Escobar, el más famoso capo del narcotráfico. Decenas de personas, algunas de ellas familiares de víctimas de los traficantes, han querido asistir a su derribo. En el solar que ocupaba la vivienda habrá un parque que estará precisamente dedicado a las víctimas y a los héroes de la lucha contra los cárteles de la droga.