El show de la viuda negra: entra en los juzgados en volandas y en pijama

El volandas y en pijama. Así salió Conchi del coche policial camino de los juzgados. En un primer momento la presunta asesina de su marido, pillada 'in fraganti' por una policía fuera de servicio, no quería entrar en los juzgados asustada por el número de periodistas esperando captar una imagen de ella. La única solución fue cogerla en volandas. La vestimenta, parecida a un pijama, tampoco era la más habitual dadas las circunstancias.

Nadie entiende el suceso. ¿Por qué Conchi decidió matar a su marido? El móvil económico no se sostiene por el momento, pero el sentimental gana enteros. Ya se habla de que la presunta asesina mantenía una relación con su cuidador desde hace más de un año. Nadie entiende entonces de los motivos por los que se casó con otro hace apenas dos semanas. Los vecinos ya vislumbraban algo raro en la boda. "Poco amor había ahí", comentaban tras una ceremonia a la que solo asistieron 15 personas.

El caso de Conchi y el 'modus operandi' a la hora de acabar con la vida de su marido también parece sacado de una película de misterio. Guantes de látex, vestimenta negra... y el gancho de una cena romántica. Al final lo que deparaba el destino al marido de Conchi era ser acuchillado hasta la muerte.

Más aún. El caso de que otro de los maridos de Conchi muriera de forma violenta y de que haya pasado por cuatro matrimonios levanta las alarmas. Ya comentaba uno de sus excuñados que Conchi "era una persona alegre que donde iba dejaba huella".

Dos de los anteriores maridos de Conchi, de 45 años, detenida junto a su supuesto cuidador de 58 años, viven en Villena y en Alcoy, mientras que el tercero sí que fue víctima de una muerte violenta. Según el diario Información, su tercer marido fue degollado en febrero de 2016 en Ibi por su propio hermano, crimen por el que fue condenado a 10 años de prisión el pasado verano y con el que la ahora arrestada no tuvo relación alguna.