La durísima imagen de un drama que azota a las costas españolas

Acompañado de su mujer y de su perro paseaba por la playa cuando se encontró de frente con el drama de la inmigración. Era un turista sueco que por todos los medios, sin pensárselo dos veces, impidió que el cadáver que tenía ante sus ojos se lo tragase el mar. En ningún momento abandonó el cuerpo de este migrante que viajaba en la patera que naufragó el lunes frente a la costa de Barbate, en Cádiz. Con la ayuda de dos vecinos consiguieron arrastrarlo hasta la playa, lejos de las olas. Allí, esperaron a que llegase la Guardia Civil.

La durísima y conmovedora imagen es el ejemplo de la crudeza de la migración. Mientras en tierra recuperaban un cadáver, ya van 6 en este naufragio y siguen buscando otros que puedan aparecer.

“El viento que hay va a favor de echar los cuerpos a la tierra”, explica un miembro de la Guardia Civil.

Desde el mar los agentes tratan de encontrar cualquier pista que les lleve a los migrantes desaparecidos. “Ves la cruda realidad. Las consecuencias”, relata uno de ellos. Son los efectos trágicos de un drama que azota las costas españolas.