La sección de acústica forense de la Policía Nacional, clave para resolver los casos más complicados

Desde la Gurtel o Púnica, pasando por homicidios o la lucha contra el terrorismo. Son miles los casos que han resuelto en este laboratorio. Buscan todas las pistas posibles que se ocultan en el sonido. Desde un ruido que puede ser clave en una investigación a la voz de un sospechoso. A ellos no les engaña. Ni siquiera entre hermanos que hablen igual.

Con el sonido no solo identifican, sino que también se descartan personas. Ejemplo de ello es Óscar Sánchez, que se pasó un año de prisión en Italia porque lo confundieron con un narcotraficante, hasta que demostraron que él no era el que hablaba en las grabaciones que le incriminaban.

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