Las chicas superan la prueba de Sandra Barneda y desactivan la luz de la tentación en Villa Paraíso: "¿Y si la rompemos?"

La luz de la tentación trae de cabeza a las parejas de ‘La isla de las tentaciones’. Cuando suena, les da un vuelco al corazón y ya se imaginan lo peor. Además, la incertidumbre es doble: no saben qué está haciendo su pareja y tampoco si es por ella por quien se ha encendido. Por eso cuando Sandra Barneda les dio la oportunidad de desactivarla para siempre, todos dijeron que sí.

Las chicas estaban en plena fiesta hawaiana cuando sonaron a la vez las cinco luces de la tentación y Sandra Barneda entró en Villa Paraíso. Les pidió a los solteros que la dejaran sola con ella y les dio la noticia: “Estáis en un punto complicado de esta prueba de amor y la luz de la tentación está desestabilizando más vuestra experiencia”.

Cuando la presentadora les ofreció desactivar la alarma para siempre, todas las chicas aceptaron. “No queremos tener la cabeza en la otra villa”, afirmó Laura.

Pero no iba a ser tan fácil, para apagar por completo la luz de la tentación, las chicas debían acertar cuál era su color. Lo hicieron sin ninguna duda: Naomi, azul; Elena, rojo; Laura, verde; Marina, Rosa; y Lydia, naranja.

Las chicas se vinieron muy arriba cuando descubrieron que habían acertado y nada más irse Sandra Barneda de la villa, Marina propuso: “¿Y si la rompemos?” Todas aceptaron y la luz de la tentación acabó por los suelos.

Los chicos no aciertan

Los chicos tuvieron la misma oportunidad que sus novias para deshacerse de una vez por todas la luz de la tentación, pero no superaron el reto. David dijo que creía que la alarma de Elena era la verde, mientras que Alejandro escogió la roja. Los dos fallaron, así que su alarma sigue activa y podrá encenderse cada vez que sus chicas superen un nuevo límite.

Cuando se fue Sandra Barneda, Adrián se lamentó no solo porque la luz siguiese activa, sino porque no sabían con seguridad el color asignado a sus parejas. Los demás no se lo tomaron tan mal. Es más, Álex estaba seguro de que las chicas tampoco habían acertado… aunque se equivocaba.