La Cuqui sufre un escrache por parte de un grupo de feministas en el Templo Kundalini. A las puertas de su negocio, protestan contra la explotación que se vive allí.
Maite intenta contestar como puede a las preguntas de una periodista y defiende que ella ofrece terapias holísticas.
Sobre si se dan masajes con final feliz, la Cuqui asegura que esa información es falsa, es un bulo de una trabajadora resentida. La Chusa al ver agobiada sale en defensa de su jefa con su navaja... "a que os pinsho", les grita.
Más tarde, Maite se hunde por momentos. Todo el mundo la ha dejado, solo se queda con ella La Chusa. Al verse sin masajistas, va a ir a ofrecerle trabajo a Berta.