Agus está completamente abatido tras el estropicio que le ha hecho a su amigo en sus partes íntimas. Meterle un palillo en el salami ha sido una experiencia muy dolorosa para Amador. Para sentirse mejor, Agus le quiere pedir perdón a su amigo, “no quería violar tu intimidad genital”, le dice muy preocupado mientras Amador yace en la cama tapado completamente con el nórdico.
Le explica que lo hizo porque Maite y sus amigas le comieron el coco con el tema del virus del papiloma y no tuvo más remedio que hacerlo para que le dejaran en paz, además también le entró un poco de miedito por si le contagiaba a él también.
Como la venganza se sirve en plato frío, Amador se la tenía guardada al pobre Agus. El Cuqui es el único que sabe el trauma infantil tan horroroso que tiene su amigo, a Agustín le dan pánico los payasos, sobre todo Pitiklín. ¿Qué ha hecho? Ponerse una careta de payaso horrible. Y se ha desmayado una vez más: le ha dejado ‘catatónito’.