Bárbara Rey, sobre su sufrimiento cuando era pareja de Ángel Cristo: “Sufrí malos tratos desde el principio, muy malos tratos”

  • Bárbara Rey y Ángel Cristo se casaron en 1980 y se separaron en 1998

  • El empresario de circo consumía alcohol y drogas

  • Ángel Cristo le facilitaba droga a su hija Sofía cuando era adolescente

Bárbara Rey y Ángel Cristo se casaron en Valencia en 1980 y se separaron de forma definitiva en 1998. La vedette ha contado en ‘Mi casa es la tuya’ que sufrió “malos tratos desde el principio” por parte de su marido tanto a nivel físico como psicológico. “Muy malos tratos”, ha puntualizado en su conversación con Bertín Osborne.

La invitada ha recordado que su expareja, que falleció en 2010 por un paro cardiaco, tenía “mal carácter desde el principio”. “Yo ya le conocí bebiendo. Luego se le incrementó muchísimo más con la droga”, ha explicado Bárbara Rey. A pesar de todo, le ha perdonado y lo ha demostrado permaneciendo a su lado en sus peores momentos, como cuando estaba enfermo.

Ángel Cristo le da droga a su hija Sofía

Sofía y Ángel son los hijos de Bárbara Rey y Ángel Cristo y han sido testigos de parte de lo ocurrido entre sus padres. Con cinco años, la concursante de ‘La casa de los secretos’ y su hermano fueron a declarar a un juzgado que querían vivir con su madre: “Al final lo conseguimos, pero mi padre nos dejó con una mano delante y otra detrás. Yo le he perdonado, pero nos puteaba”.

Sofía tenía una relación de “amor-odio” con su padre. Le plantaba cara muchas veces por su comportamiento con su madre, pero a la vez “ha tenido una compenetración con él en un momento de su vida por el consumo”, ha contado Bárbara Rey. Y ha añadido: “Él incluso se lo daba. Dijo que le daba droga a su hija porque lo que él le daba era mejor que lo que ella pudiera encontrar con 15 años”.

La advertencia de Bárbara Rey a sus hijos

Cuando Sofía y su hermano Ángel eran pequeños, Bárbara Rey les sentó un día para advertirles: “Cuando ya teníamos una edad para razonar las cosas, nos sentó porque tenía miedo de que un día yendo al circo encontráramos restos de sustancias. Ella nos decía que era una medicina que tomaba papá que era muy peligrosa y que no se nos ocurriera ni chuparnos las manos ni los dedos, porque a lo mejor había restos por la caravana”.

Al crecer, los dos hermanos ya sabían qué estaba ocurriendo: “Cuando vamos al circo sabemos que los polvos blancos que hay por la caravana, en su chaqueta o los billetes enrollados son droga”, ha relatado Sofía Cristo.

El momento en el que Sofía Cristo le dice a su madre que es adicta

Con más de 20 años, Sofía Cristo se dio cuenta de que las drogas le habían convertido en otra persona así que decidió “confesar”. Subió al dormitorio de su madre y le contó que era adicta: “Rompí a llorar desconsolada como una niña pequeña y me caí de rodillas. Mi madre empezó a llorar como otra cría”. Después se internó en un centro y ya lleva nueve años sin consumir ni alcohol ni drogas.