Este V12 de cinco litros de cilindrada rinde 500 cv. de potencia (sí, han leído bien), y acelera de 0 a 100 km/h. en menos tiempo que un Porsche Cayman. Desde parado es capaz de alcanzar esta velocidad en cinco segundos, gracias a su enorme potencial y también a la tracción a las cuatro ruedas con que cuenta.
El super Q7 diésel tiene un cambio automático de seis velocidades aunque si el conductor prefiere tener el control total del coche, incorpora levas en el volante al estilo de los grandes GT o modelos deportivos de alta gama.
La suspensión que incorpora el todoterreno más grande de Audi es neumática y eso, unido al control de amortiguación variable, hacen que el Q7 sea extremadamente cómodo para los pasajeros. Apenas se notan los baches de la carretera y el balanceo de la carrocería es casi nulo gracias a este sistema. En pocas palabras da la sensación de que se va flotando sobre el asfalto.
El modelo mas impactante de la gama Q7 comparte elementos deportivos con otros productos de la casa. Los frenos son cerámicos y algunas de sus partes están realizadas con fibra de carbono. Y para completar su oferta el Q7 cuenta con una frenada muy eficaz, sobre todo si tenemos en cuenta que pesa 2.680 kilos..
En la parte estetica resulta obligado mencionar las diversas modificaciones que se han realizado en su carrocería. El frontal es ahora más agresivo y los faros con leds pertenecen a la nueva generación de grupos ópticos que recientemente ha introducido audi. resumiendo: basta un vistazdo para ver el carácter de este modelo
Así es el Q7 V12 TDI, un todoterreno capaz de echar un pulso importante a muchos deportivos.