El habitáculo también ha renovado su imagen. El nuevo Megane disfruta de un espacio interior muy elegante, donde la calidad de los acabados y un equipamiento de primer orden se combinan con inteligencia para ofrecer un ambiente distinguido, cálido y muy ergonómico.
La gama de motorizaciones estará compuesta por cuatro variantes de gasolina y cuatro diésel, todas ellas equipadas con una transmisión manual de seis relaciones, aunque hemos podido saber que a mediados de 2009 se comercializará una versión de dos litros y 140 caballos con cambio automático.
Y para aquellos que disfrutan quemando neumáticos y enlazando curvas a gran velocidad, Renault pondrá a la venta un modelo de dos litros y 180 caballos, que empujará al conjunto hasta los 225 km/h de punta. Y aún hay más, porque nunca unas prestaciones tan espectaculares se tradujeron en un gasto de carburante tan ajustado: sólo 6,2 litros a los 100.
En el capítulo de la seguridad, este automóvil incorpora todos los adelantos necesarios para reducir al máximo los riesgos en carretera, desde el ABS con repartidor electrónico de frenada hasta el sistema de estabilidad ESP con control de subviraje. Además, gracias al nuevo chasis y una dirección asistida muy eficaz, la conducción gana enteros en agilidad y diversión.
Estilo, precisión y una apariencia demoledora. Porque comprarse un Megane es algo más que hacerse con un turismo de gama media; es conducir un vehículo con un comportamiento realmente impresionante.
Así es el nuevo Renault Megane, un coupé de raza que aterriza en Más que coches con aires de exclusividad, una oferta mecánica de lujo y una fiabilidad que está fuera de toda duda. ¿Alguien da más por 15.000 euros?