Las únicas diferencias que encontramos entre la versión coupé y la Spider residen en el techo y las llantas, y es que con la capota cerrada sólo los más avispados sabrán diferenciar el nuevo modelo inglés.
La capota rígida se despliega por completo en 17 segundos y se esconde de manera impecable entre el motor y los asientos; cuando está descapotado, la imagen del McLaren se asemeja mucho a la de un Targa, y lo hace gracias a unos apéndices situados detrás de los reposacabezas que ayudan a mejorar la aerodinámica.
El propulsor que monta este MP4 Spider es el mismo V8 turbo de la versión cerrada, pero cuenta con una serie de mejoras que aumentan su potencia hasta los 625 cv, 25 más que los que tiene su ‘hermano’. Por eso, es capaz de registrar unas prestaciones difíciles de igualar: 3,1 segundos en el paso de 0 a 100 y una velocidad máxima de 320 kilómetros hora.
Además, el McLaren es uno de los pocos coches del mercado que utilizan un chasis monocasco de fibra de carbono, una tecnología sólo vista en Fórmula 1 y en automóviles que cuestan más de un millón de euros.
El interior combina aspectos como el lujo y la deportividad elevados a la máxima expresión. En el habitáculo, destaca una pantalla táctil de 9” y el material más usado es el cuero y el aluminio. Detrás del precioso volante de tres radios encontramos las levas de la caja de cambios, una transmisión que, según sus responsables, es tan rápida como la de sus coches de Fórmula 1.
Todavía se desconoce el precio final de esta joya a cielo abierto, pero seguro que rondará los 250.000 euros; y es que nadie dijo que la excelencia fuera barata.