Lo más destacable del Serie 1 más radical es su propulsor. Un 3 litros con tecnología Twinpower turbo que desarrolla una potencia de 320 caballos y que es capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,9 segundos alcanzando los 250 kilómetros hora de punta. Una velocidad que está limitada electrónicamente como sucede en la mayoría de modelos potentes del fabricante alemán.

Estas cifras sorprenden al igual que sus bajos consumos. Y es que el M135i declara 7,5 litros a los 100 kilómetros. Eso sí, siempre que escojamos la versión equipada con cambio automático opcional de 8 velocidades.

Para transmitir toda esta potencia a las ruedas se puede escoger entre la mítica propulsión trasera de la casa bavara o la tracción a las 4 ruedas denominada Xdrive. Con la tracción total mejoraremos la estabilidad en las aceleraciones más fuertes, pero perderemos el espíritu de los BMW de siempre.

En el interior encontramos un gran sistema de navegación de 9 pulgadas con nuevas aplicaciones. Una de ellas, permite conocer la potencia entregada por el motor en tiempo real.

Para mayor comodidad de los pasajeros las plazas traseras son 2,1 centímetros más espaciosas con respecto al modelo anterior. Además, se pueden abatir independientemente los respaldos para obtener mayor espacio de carga en el maletero.

Exteriormente, el M135I se ha vuelto un chico malo. Los paragolpes son de corte “M”, monta dos tubos de escape de grandes dimensiones y las llantas de 18 pulgadas rematan un aspecto de lo más agresivo.

Este modelo estará disponible con la carrocería de 3 puertas, toda una novedad que hace sólo unas semanas presentó BMW para toda la serie 1.

Tiene un precio de 44.000 euros, 10.000 menos que el ya extinto serie 1 M Coupe. Un precio muy competitivo si tenemos en cuenta sus rivales más directos. Esto es lo que ofrece la pequeña bestia de BMW, un coche que promete diversión en cada centímetro de asfalto.