Alemania, que necesitaba ganar para no depender de terceros, pareció nerviosa de comienzo. A pesar de ello, Mario Gómez pudo haber allanado el camino a los cuatro minutos si en boca de gol hubiera rematado una gran jugada personal de Klose.
Los de Joachin Low, que habían cedido la jornada anterior ante Croacia, sólo pudieron resolver el encuentro gracias al lanzamiento de Ballack al inicio del segundo acto, después de que el portero austríaco colaborase con una desacertada actuación.
Austria, por su parte, sólo existió al comienzo y a los veinte minutos de juego Hoffer desaprovechó una gran aproximación local. Alemania sólo podía responder desde lejos, como en un disparo de Lukas Podolski, que ahora sí fue rechazado con acierto por Macho.
Pocas ideas de Alemania en ataque
El tanto de Ballack cambió el guión porque Alemania, sin excesivas ideas en ataque, se refugió para salir a la contra. Austria lo intentó, pero apenas inquieto a Lehmann.
Pese al triunfo, los germanos no ofrecieron buenas sensaciones porque sus centrocampistas nunca conectaron con sus tremendos delanteros y siguen en el torneo empeorando la imagen que ofrecieron en el primer encuentro ante Polonia. AC