Ann Veneman, directora del Fondo de la ONU para la infancia, ha asegurado estar "extremadamente preocupada por la situación de los niños en Haití, muchos de los cuales se han visto separados de su familia o tutores" y que por ello "se enfrentan a riesgos crecientes de malnutrición, enfermedades, tráfico de niños, explotación sexual y serios traumas emocionales".
De ahí el que tanto UNICEF, como el Gobierno haitiano y otras organizaciones como Cruz Roja o Save the Children estén trabajando intensamente para "proporcionarles comida y medicamentos de emergencia, un refugio seguro, protección y cuidados". Además, "ya se ha iniciado el proceso para hacer un registro de niños no acompañados".
Así las cosas, ha explicado la responsable de UNICEF, "se realizarán todos los esfuerzos para reunir a los niños con sus familias". "Sólo en los casos en que se demuestre que esto no es posible, y después de que se haya realizado un análisis apropiado, las autoridades competentes tomarán en consideración otras alternativas, como la adopción", ha aclarado.
Sin embargo, dado que antes del terremoto del 12 de enero había "expedientes abiertos para la adopción internacional de algunos niños haitianos", Veneman ha avanzado que "en estos casos, hay beneficios evidentes en el hecho de acelerar su viaje a sus nuevos hogares".
Por último, la responsable de la agencia de la ONU hizo un "llamamiento a aquellos involucrados en las tareas de rescate para asegurar que actúan según los mejores intereses para los niños". "Lo que se necesita ahora es ayuda para salvar vidas, y atención y cuidados para los niños en Haití".