Y en medio de del debate sobre qué ha pactado el Gobierno con Junts en el tema de inmigración, han crecido en Cataluña partidos con propuestas extremas que son competencia electoral de Junts. Y ahí es donde hay que poner el foco de esta petición de Carles Puigdemont, considerado xenófobo hasta no hace tanto por el propio presidente y rodeado de un secesionismo cada vez más radical en sus posiciones migratorias. No es de extrañar que Page hable de Vox a la hora de comparar esta cesión. Y amenazó en su día con recurrir los pactos del PSOE con Junts.
Es el caso de Ripoll, donde gobierna una formación independentista que apuesta por deportar extranjeros. La alcaldesa, Silvia Orriols, de hecho, llegó a ser expedientada por estigmatizar a los musulmanes. Junts permitió que un partido independentista de extrema derecha gobierne en Ripoll, cuya alcaldesa pide ahora gestionar la inmigración. Insultada y demonizada a partes iguales por sus rivales políticos, la alcaldesa de Ripoll aglutina cada día a más descontentos con la política catalana.
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