Nueva esperanza de encontrar vida en Marte: podría haber bacterias 'dormidas' bajo el suelo

Un nuevo estudio ha encontrado que las posibilidades de descubrir vida en Marte son mayores de lo esperado. Los científicos sospechan que antiguas bacterias podrían estar 'dormidas' bajo el suelo del Planeta Rojo, algo que resulta muy prometedor.

Un equipo de investigación de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos, ha descubierto que las bacterias antiguas podrían sobrevivir cerca de la superficie de Marte mucho más tiempo de lo que se suponía anteriormente. Y, cuando las bacterias están enterradas y, por lo tanto, protegidas de la radiación cósmica galáctica y los protones solares, pueden sobrevivir mucho más tiempo.

Las futuras misiones buscarán estas bacterias bajo el suelo de Marte

Estos hallazgos fortalecen la posibilidad de que, si la vida alguna vez evolucionó en Marte, sus restos biológicos podrían revelarse en futuras misiones, incluidas ExoMars y Mars Life Explorer, que llevará taladros para extraer materiales de 2 metros debajo de la superficie.

Y debido a que los científicos demostraron que ciertas cepas de bacterias pueden sobrevivir a pesar del duro entorno de Marte, los futuros astronautas y turistas espaciales podrían contaminar Marte sin darse cuenta con sus propias bacterias, según el artículo científico, que se publica en la revista Astrobiology.

"Nuestros organismos modelo sirven como representantes tanto de la contaminación directa de Marte como de la contaminación regresiva de la Tierra, las cuales deben evitarse", dice en un comunicado Michael Daly, profesor en la Universidad de Ciencias de la Salud de Servicios Uniformados (USU), que dirigió el estudio.

“Llegamos a la conclusión de que la contaminación terrestre en Marte sería esencialmente permanente, a lo largo de miles de años”, señala Brian Hoffman, coautor principal del estudio. “Esto podría complicar los esfuerzos científicos para buscar vida marciana. Asimismo, si los microbios evolucionaran en Marte, podrían ser capaces de sobrevivir hasta el día de hoy. Eso significa que devolver muestras de Marte podría contaminar la Tierra”.

Los investigadores han simulado las condiciones de Marte

El ambiente en Marte es duro e implacable. Las condiciones áridas y heladas, que promedian -63 grados Celsius en latitudes medias, hacen que el Planeta Rojo parezca inhóspito para la vida. Peor aún: Marte también es constantemente bombardeado por una intensa radiación cósmica galáctica y protones solares.

Para explorar si la vida podría o no sobrevivir en estas condiciones, los investigadores primero determinaron los límites de supervivencia de la radiación ionizante de la vida microbiana. Luego, expusieron seis tipos de bacterias y hongos terrestres a una superficie marciana simulada, que está congelada y seca, y los aplicaron rayos gamma o protones (para imitar la radiación en el espacio).

“No hay agua que fluya o agua significativa en la atmósfera marciana, por lo que las células y las esporas se secarían”, explica Hoffman. "También se sabe que la temperatura de la superficie de Marte es más o menos similar a la del hielo seco, por lo que, de hecho, está profundamente congelada".

En última instancia, los investigadores determinaron que algunos microorganismos terrestres podrían sobrevivir potencialmente en Marte en escalas de tiempo geológicas de cientos de millones de años. De hecho, los investigadores descubrieron que un microbio robusto, Deinococcus radiodurans (conocido cariñosamente como "Conan the Bacterium"), es particularmente adecuado para sobrevivir a las duras condiciones de Marte. En los nuevos experimentos, “Conan” sobrevivió a cantidades astronómicas de radiación en el ambiente árido y helado.

La bacteria “Conan” resiste la radiación extrema

Para probar los efectos de la radiación, el equipo expuso muestras a grandes dosis de radiación gamma y protones, típicos de los que recibe Marte en el subsuelo cercano, y dosis mucho más pequeñas, que ocurrirían si un microorganismo estuviera profundamente enterrado.

Según Hoffman, el tamaño de la dosis de radiación que un microorganismo o sus esporas pueden sobrevivir se correlaciona con la cantidad de antioxidantes de manganeso que contiene. Por lo tanto, más antioxidantes de manganeso significan más resistencia a la radiación y una mayor supervivencia.

En estudios anteriores, investigadores anteriores encontraron que Conan the Bacterium, cuando está suspendida en líquido, puede sobrevivir a 25.000 unidades de radiación (o "grises"), el equivalente a aproximadamente 1,2 millones de años justo debajo de la superficie de Marte.

Pero el nuevo estudio encontró que cuando la abundante bacteria se seca, se congela y se entierra profundamente, lo que sería típico para un ambiente marciano, podría soportar 140,000 grises de radiación. Esta dosis es 28.000 veces mayor que la que mataría a un humano.

Enterrado a solo 10 centímetros debajo de la superficie marciana, el período de supervivencia de Conan the Bacterium aumenta a 1,5 millones de años. Y, cuando se entierra a 10 metros de profundidad, la bacteria de color calabaza podría sobrevivir la friolera de 280 millones de años.

Los restos vivos de la bacteria podrían estar latentes bajo el suelo de Marte

Esta asombrosa hazaña de supervivencia se debe en parte a la estructura genómica de la bacteria. Los investigadores descubrieron que los cromosomas y plásmidos de Conan the Bacterium están unidos entre sí, manteniéndolos en perfecta alineación y listos para repararse después de una radiación intensa.

Eso significa que si un microbio, similar a Conan the Bacterium, evolucionó durante un tiempo en que el agua fluyó por última vez en Marte, entonces sus restos vivos aún podrían estar latentes en el subsuelo profundo.

"Aunque la bacteria enterrada en el subsuelo marciano no pudo sobrevivir inactivo durante los 2 a 2.500 millones de años estimados desde que el agua que fluye desapareció en Marte, tales ambientes marcianos son regularmente alterados y derretidos por impactos de meteoritos", señala el autor principal del estudio.

“Sugerimos que el derretimiento periódico podría permitir la repoblación y dispersión intermitente. Además, si alguna vez existió vida marciana, incluso si ahora no hay formas de vida viables en Marte, sus macromoléculas y virus sobrevivirían mucho, mucho más tiempo. Eso fortalece la probabilidad de que, si la vida alguna vez evolucionó en Marte, esto se revelará en futuras misiones”, concluye.

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