Desarrollan una 'nariz electrónica' capaz de detectar olores con una precisión sin precedentes
El dispositivo que funciona como una nariz electrónica inteligente tiene una sensibilidad hasta 10 veces mayor que otras y con una respuesta más rápida
Hito médico en el Hospital Gregorio Marañón con un bebé: "Trasplantar no un corazón completo, si no una parte del mismo"
Una 'nariz electrónica' capaz de detectar olores con una precisión sin precedentes ha sido desarrollada por investigadores del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Nanociencia y la Università Cattolica del Sacro Cuore, de Milán. El dispositivo, dotado con sensores que imitan el sistema olfativo humano, puede distinguir compuestos orgánicos volátiles y es capaz de percibir gases como el amoníaco, el dióxido de nitrógeno o vapores de acetona.
Se trata de unos sensores de gases que se comportan como un sistema olfativo artificial capaz de identificar de forma selectiva compuestos específicos, incluso con potenciales interferencias.
La llamada 'nariz electrónica' funciona a partir de nanotubos de carbono de pared única, unos materiales ideales para la detección gracias a su gran superficie. No obstante, su extrema sensibilidad conlleva una desventaja, que es su baja selectividad. Para solucionarlo, los investigadores han recubierto los nanotubos con moléculas en forma de anillo, lo que mejora su capacidad de discriminar entre distintos compuestos químicos.
El dispositivo que funciona como una nariz electrónica inteligente, más rápida y con una sensibilidad hasta 10 veces mayor
De esta forma, por ejemplo, el amoníaco se distinguió con éxito entre una amplia gama de otros vapores. Una de las capas sensoras mostró incluso una sensibilidad hasta 10 veces mayor y tiempos de respuesta más rápidos, simplemente reduciendo el grosor de la película, ha apuntado el Gobierno regional en un comunicado.
La investigación, hispano-italiana ha sido publicada en la revista Journal of the American Chemical Society, demuestra el poder de los sensores para la detección compleja de gases y destaca su capacidad de personalización.
De esta forma se pueden ajustar con precisión las propiedades del sensor, abriendo una nueva frontera en el desarrollo de narices electrónicas inteligentes, selectivas y escalables.