A las cinco de la mañana de este viernes se ha declarado un incendio en el cementerio de neúmaticos ubicado entre el municipio madrileño de Valdemoro y Seseña, de la provincia de Toledo. Bomberos de la Comunidad de Madrid y del Consorcio de Bomberos de Toledo se trasladaron hasta el lugar del suceso.
Desde la Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales aseguran que las condiciciones meterológicas "en principio no van a cambiar nada" en un incendio de esta envergadura y con estas características. Se esperan chubascos en la zona durante la tarde y la humedad relativa aumentará, algo en principio positivo para acabar con el fuego, sin embargo, fuentes de la CUBP manifiestan que sería necesaria "una gran tromba de agua" para ayudar a la extinción de este fuego. En otros casos la presencia de lluvia y humedad sí podrían variar el curso del incendio. Según la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), la humedad relativa del ambiente "afecta a la humedad del combustible. Cuanta menor humedad tenga el combustible, menos energía hay que emplear en evaporarla, y más rápida es la propagación", cuentan. Sin embargo, más allá de las condiciones meteorológicas, podría verse avivado por el material que está ardiendo.
Otro factor que tiende a ser decisivo en las labores de extinción de incendios es el viento. En este caso afectaría de forma negativa, sobre todo el viento seco que, "además de acelerar la sequedad del combustible, facilita que una ignición inicial se propague, aportando oxígenos a la combustión". No se esperan rachas de viento especialmente fuertes en el área en el que se ubica el incendio, lo que podría facilitar las labores de extinción.
Además de las condiciones meteorológicas influyen otros factores como las características del material en ignición, en este caso especialmente complejo. Ecologistas en Acción recordaba en otro incendio de las mismas características que "los chorros de agua sobre el fuego son desaconsejables porque debido a las altas temperaturas que alcanzan los neumáticos, el agua se evapora al contacto con ellos, proporcionando más oxígeno que aviva la combustión". Además, desde CUBP hacen énfasis en la "impermeabilidad del caucho, que hará que el agua resbale sobre la superficie del material y cueste mucho más llegar a apagarlo".
La ONG aseguraba que "en incendios similares el control del fuego sólo se ha logrado sofocándolo con tierra, arena o material de relleno. Pero incluso en este estado, los fuegos pueden arder sin llama en el interior de la pira durante semanas por lo que se hace necesaria la observación continua y la monitorización medioambiental que ha de llevar a cabo personal especializado".
Autoridades responsables de la zona aseguran que si las condiciones meteorológicas continúan como hasta ahora, la gran nube de humo ascenderá en lugar de trasladarse a los lados, lo que evitará que afecte a los habitantes de la zona. Asimismo manifiestan que, aunque no se ha tenido que llevar a cabo ninguna evacuación, las labores de extinción durarán días.