Tras reconocer hace poco que la batería de sus terminales tenían un peor rendimiento con el tiempo, Apple decidió bajar el precio, de 89 a 29 euros, para poder cambiar la batería de los iPhone 6, 6s, SE o 7.
Eso sí, para poder realizar ese cambio se tenía que cumplir una condición: que el diagnostico realizado por el teléfono indicase que la batería usada era del 80 por ciento o menor. Si esto no fuese así, Apple podía rechazar el reemplazo; ahora no.
Tanto es así, que incluso la nota interna de la compañía indica que los empleados de las Apple Store tienen que ofrecer el reemplazo a todos los clientes que simplemente reporten problemas de rendimiento, incluso si la herramienta ha indicado que la batería no se debería cambiar.