¿Arrancarías una flor después de saber esto?

Celia Molina I FOTO: REUTERS 18/05/2016 20:26

“Hace cuatro años, se hizo una investigación muy hermosa en Canadá. Se aisló a un gran abeto del acceso al agua y los abetos de alrededor le pasaron sus nutrientes durante años para que no muriera”, explicaba Mancuso para fundamentar que la defensa de los ‘sentimientos’ de las plantas no es una invención suya, sino que está abalada por la ciencia.

Este experimento, con el que nos ilustra el comportamiento vegetal, no dista mucho del que podrían tener los animales o los hombres e, incluso, lo mejora. La solidaridad es un patrón común en los ecosistemas naturales e indica que las plantas son seres tan sociales y cooperativos como lo podemos ser nosotros. También, como afirma el experto en neurobiología, son capaces de resolver problemas; y lo hacen de una forma que nada tiene que ver con nuestro afán de progreso y en la que podríamos inspirarnos de vez en cuando:

"Las plantas se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles, mandan por ejemplo mensajes de peligro. Si un insecto se le está comiendo las hojas, la planta produce al instante determinadas moléculas que se difunden kilómetros y que avisan de que hay un ataque en curso. Si inteligencia es la capacidad para resolver problemas, las plantas son capaces de responder de manera adecuada a estímulos externos e internos, es decir: son conscientes de lo que son y de lo que las rodea”.

En cuanto a los sentidos, Mancuso asegura que no sólo son capaces de tener percepciones visuales, auditivas, gustativas, olfativas y táctiles (pone como ejemplo las plantas trepadoras, las enredaderas), sino que van mucho más allá: “Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince más. No tienen ojos y oídos como nosotros, pero perciben todas las gradaciones de la luz y las vibraciones sonoras. Su olfato y gusto son muy sensibles. Perciben las moléculas químicas, es su modo de comunicación, cada olor es un mensaje. Y tienen tacto, basta ver a cámara rápida cómo palpa una planta trepadora”.

En las plantas, la presencia de las neuronas se reparte por toda su superficie, concentrándose sobre todo en la punta de las raíces. Los humanos y los animales sólo las ubican en el cerebro, por lo que podríamos decir que toda planta es como un cerebro entero. Tengámoslo en cuenta a la hora de arrancarlas.