Científicos descubren dónde se alojan los pensamientos indeseables en el cerebro

  • El equipo de investigación trazó un mapa de la actividad cerebral de 15 personas

Los pensamientos negativos, que no se pueden rechazar, resultan ser muy perjudiciales para el bienestar mental. A veces, por más que se intenten reprimir, siguen apareciendo. Una nueva investigación llevada a cabo por los neurocientíficos Roger Koenig-Robert, de la Universidad de Monash, y Joel Pearson, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, ambas en Australia, sugiere que esto podría deberse a que esos pensamientos no deseados todavía existen en otra parte del cerebro.

"Estos resultados proporcionan una nueva evidencia neuronal de la omnipresencia de los pensamientos reprimidos y revelan una red de áreas del cerebro que se dirigirán a tratar los trastornos del pensamiento intrusivo", como el trastorno de estrés postraumático, dijeron los autores del informe.

El estudio probó esto con contenido de pensamiento neutral. El equipo trazó un mapa de la actividad cerebral de 15 personas mientras intentaban suprimir cualquier pensamiento o imagen de una manzana roja o un brócoli verde. El desafío consistía en evitar pensar en el alimento durante tan solo 12 segundos después de que se solicitara a los participantes que lo visualizaran, y que no lo reemplazaran con otra imagen, solo para mantener la mente despejada.

Ocho de las 15 personas afirmaron haber eliminado por completo los pensamientos de la verdura y la fruta. Sin embargo, los escáneres que los analizaron arrojaron conclusiones contrarias a lo declarado por esos participantes.

La actividad cerebral de ellos estaba siendo observada por una técnica de resonancia magnética funcional, que mide cambios en el flujo sanguíneo. Lo más sorprendente fue el uso de un algoritmo informático, capaz de diferenciar los patrones cerebrales de los que sostenían el pensamiento de la verdura y la fruta, y de aquellos que no.

Según las indagaciones científicas, el hemisferio izquierdo del cerebro era activado al rememorar los dos objetos de rigor, mientras que el hemisferio derecho se encendía cuando intentaban evadir esas imágenes de la mente.

La corteza occipital lateral resultó ser la parte del cerebro donde estos pensamientos no deseados continuaron emanando. Por tal motivo, los autores interpretaron que existen flujos errantes en la conciencia. "(Esto) proporciona una razón convincente por la que la supresión de pensamientos es tan ineficaz", afirmaron ambos científicos.