Cuando hablamos de COV, nos referimos a los Compuestos Orgánicos Volátiles. Han sido catalogados como unos hidrocarburos que se presentan en estado gaseoso a temperatura ambiente. Aunque no supiéramos qué eran, llevan mucho tiempo conviviendo con nosotros en el día a día.
Lacas, desodorantes, barnices, tintas de impresión, cosméticos, productos de limpieza… la gran mayoría de los productos que tenemos en casa cuentan con estos gases que cada vez están contribuyendo más a la contaminación de las ciudades.
Este tema ha sido analizado en un estudio que ha publicado la revista 'Science' donde concluye que los COV ya contribuyen tanto a la contaminación del aire como las emisiones de los coches. Además, en España no existe ninguna legislación que limite este tipo de compuestos, que cada vez están provocando más impacto en las grandes ciudades.
El problema viene cuando los COV se combinan con otros compuestos y elementos de la atmósfera produciendo reacciones químicas, algunas extremadamente peligrosas para tu salud, como el benceno.
El peligro está en que estas partículas entran hasta la parte más profunda de los pulmones provocando importantes enfermedades respiratorias, aunque también pueden entrar a través de la piel. Por todo ello, se recomienda aumentar la precaución a la hora de tener un contacto directo con estos productos.