Así son las ‘minas’ clandestinas de Bitcoin que ha descubierto la policía de Reino Unido

  • La policía esperaba encontrar una plantación de cannabis por el gran consumo eléctrico

  • Los potentes equipos informáticos estaban conectados a la red nacional de manera ilegal

  • Las minas de criptomonedas requieren de un gasto masivo de energía

La policía del condado británico de West Midlands andaba detrás de una nave industrial que, estaban convencidos, alojaba una plantación ilegal de marihuana. Los indicios era muy claros: en elevado consumo de electricidad, cables por todas partes y un lugar muy ventilado. Pero se llevaron una sorpresa cuando entraron en el local en una redada coordinada de varios cuerpos de policía: lo que había allí dentro era una 0mina clandestina' de Bitcoin.

La redada, organizada por el cuerpo de policía de West Midlands, se centró en una en un polígono industrial al noroeste de Birmingham, la segunda ciudad más grande de Reino Unido. Al entrar en la nave descubrieron cientos de equipos informáticos conectados entre sí y programados para minar criptomonedas, robando la electricidad necesaria para ello de la red de energía nacional.

“Ciertamente no es lo que esperábamos”, afirmó la sargento Jennifer Griffin. “Tenía todas las características de un montaje de cultivo de cannabis y creo que se trata de la segunda mina de criptomonedas de este tipo que encontramos en West Midlands”, agregó.

Minar criptomonedas no es una actividad ilegal, pero sí que lo es enganchar todos esos potentes equipos informáticos a la red pública de forma ilegal para ahorrarse la ingente factura de la luz que puede llegar a producir. De ahí que la policía británica que realizó el descubrimiento haya desmantelado la instalación, confiscado los equipos y busque a los responsables.

La red de la tecnología block chain, que soporta a las criptomonedas, está descentralizada y se realiza con cientos de miles de equipos informáticos en todo el mundo. Los 'mineros' de criptomonedas participan en esa red y, para demostrar su nivel de participación, utilizan potentes procesadores que requieren de mucha energía, capaces de realizar complejos algoritmos que son premiados con estas criptomonedas por la propia red. A mayor procesamiento, mayor energía utilizada, y mayor es el botín en criptomonedas.

El minado de criptomonedas, que básicamente transforma cantidades ingentes de energía en estas divisas digitales, es una actividad muy lucrativa. El bitcoin se paga hoy a 29.600 euros. Pero la huella ecológica de las actuales minas de criptomonedas es enorme, por eso es muy inusual que se ubiquen en occidente. La mayoría de ellas se encuentran en países asiáticos, sobre todo en China. La dependencia de estos países de los combustibles fósiles hacen que la mineria de estas criptodivisas (que consume el 0,5% de la producción eléctrica mundial) sea una industria realmente sucia en términos ecológicos.

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