Entre las cinco y las seis de la madrugada del pasado miércoles, se produjo un brutal desprendimiento de tierra en una ladera de Bakio, en Vizcaya. Como consecuencia, un vehículo que estaba ahí aparcado se ha visto totalmente sepultado por la tierra, sufriendo graves destrozos.
Por suerte, en ese momento el coche estaba vacío, y no se han producido heridos. Pero la Policía ha preferido prevenir y ha acordonado la zona, que se sitúa al final del muelle, para evitar que los vecinos se acerquen.
El motivo de estas precauciones es que debido a las últimas lluvias que están abordando al País Vasco, en general, no se descarta que haya nuevos derrumbes en la zona ya que la tierra sigue sin estar estable, como ha informado un geólogo municipal que se ha acercado al lugar de los hechos.
No obstante, la alcaldesa de Bakio, Amets Jauregizar, ha querido tranquilizar a sus ciudadanos, afirmando que el bloque de pisos que se encuentra más cercano a la ladera desprendida, no corre peligro. Igualmente, ha asegurado que no se ha producido ningún desalojo, ya que los propietarios de los tres pisos que podrían ser afectados solamente acuden en periodos vacacionales.
De la misma manera, la alcaldesa ha instado al resto de vecino a ser ‘prudentes’, tratando de evitar acercarse a la zona del derrumbe, para evitar que nadie se haya daño en caso de desprendimiento de tierra o piedras.