La nieve y las lluvias que han caído en las últimas semanas mejoran una situación que sigue siendo preocupante. Sin embargo, Galicia se ha convertido en un ejemplo de lo que empieza a suceder con nuestros embalses. Concretamente, han abandonado la alerta por sequía y sus pantanos incrementan las reservas de forma considerable. No obstante, la situación de pre-alerta sigue activa, sobre todo en la cuenca del Miño, que está al 53% de su capacidad.
Otro ejemplo de lo bien que ha venido la nieve al norte es la cascada de Neda, en Coruña. Allí, los gallegos están de celebración ya que han conseguido salir de la alerta por sequía en la que llevaban inmersos largo tiempo.
También el País Vasco respira tranquilo viendo que sus embalses vuelven a lucir al 100%. En Álava, la Cascada de Gujuli vuelve a dar el salto, a pesar de que la niebla solo deja intuirla y no contemplarla de cerca. Al mismo tiempo, las cuencas del cantábrico occidental y del Ebro se recuperan un 20%.
La nieve y las lluvias aportan algo de esperanza a una situación que sigue siendo preocupante: el total de agua embalsada en España tan solo alcanza, por el momento, el 42% de su capacidad.