Caracterizado por la hiperactividad, impulsividad y déficit de atención, el TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en la infancia y adolescencia, aunque también se puede prolongar hasta la edad adulta. Según recoge Agencia Sinc, a partir de un artículo publicado en la revista Translational Psychiatry, el gen LPHN3 está relacionado con la adicción a tabaco, cannabis, alcohol o cocaína entre otras sustancias.
Este descubrimiento se desprende de un estudio realizado a cerca de 2.700 pacientes con TDAH -niños, adolescentes y adultos- provenientes de Estados Unidos, Colombia y España. Los resultados del experimento, que ayudará a la prevención de conductas adictivas en afectados por TDAH, indican que dentro del grupo de pacientes españoles hay una variación del LPHN3 que aumenta hasta en un 40% el riesgo de engancharse al tabaco. Asimismo, los datos son similares en el caso del alcohol y drogas ilegales, como cocaína o cannabis.
"Ahora sabemos que la genética tiene un papel importante en estas conductas. Eso nos ayuda a predecir riesgos futuros en niños y adultos con TDAH y a mejorar las estrategias de prevención. Ahora bien, la genética del TDAH es muy diversa, en ella hay muchos genes implicados y varían entre los pacientes afectados por la patología", apunta Bru Cormand, jefe del Grupo de Investigación de Neurogenética de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona.
Sin embargo, no todos los pacientes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad muestran conductas adictivas a lo largo de su vida. Mientras que un 75% del TDAH tiene una base genética, el 25% restante refiere a factores ambientales variables, tales como estilo de vida o interacciones sociales. Por otra parte, uno de los peligros es que "la cocaína y otras sustancias adictivas tienen una acción psicoestimulante similar a la del principal tratamiento farmacológico del TDAH".
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