"Hasta la fecha no se ha confirmado ningún recalentamiento de las baterías de los iPhone 3GS y el número de casos sobre los que investigamos se eleva a menos de una decena", ha explicado Apple en un comunicado.Añaden que todos "los iPhones con los cristales de la pantalla rotos que hemos analizado hasta ahora muestran que, en todos los casos, los cristales se rompieron debido a una fuerza externa que se aplicó sobre" el dispositivo y no es un problema concreto del 'smartphone'.
No son los únicos aparatos que explotan, ni posiblemente Apple sea la única compañía a la que esto le ha ocurrido, pero la fama alcanzada por el iPhone ha hecho que estos sucesos tengan una gran repercusión mediática.
Uno de los afectados en Francia insiste que ellos no tuvieron nada que ver con el incidente. "No lo tiramos, ni se cayó, ni sufrió ningún choque inusual", ha asegurado Frank Benoiton en declaraciones a la BBC.
Investigación abierta
En Francia se han registrado ya unos diez casos, que se suman a los reportados en Reino Unido y Bélgica. En el país galo, las asociaciones de consumidores ya han abierto una investigación para aclarar estos sucesos.
Por otro lado, actuaciones de la compañía como el intento de silenciar la explosión de un iPod tampoco ayudan a calmar la situación. De momento, Apple culpa a los usuarios de no tratar con más mimo a su 'smartphone'.