Eudald Carbonell, arqueólogo: "A corto plazo, la tecnología nos hará transhumanos y conviviremos al menos cuatro especies"

En su último ensayo, 'De la caverna al cosmos', el científico ilumina nuestro futuro con su conocimiento adquirido desde sus excavaciones en Atapuerca
Vaticina un mundo donde la inteligencia artificial nos convertirá en un híbrido entre lo tecnológico y lo biológico
Viviremos en la Luna y en Marte, y, más adelante, socializaremos fuera del sistema solar
Cuando medita sobre su vida, Eudald Carbonell tiene la sensación plenitud. A sus 72 años, se permite hacer un barrido desde las señales grabadas en piedra o herramientas de hace millones de años a la era de la edición genética y otros progresos difíciles aún de cuantificar. A finales de siglo pasado, Carbonell, junto a su equipo de investigadores, descubrió la especie Homo Antecessor en la sierra de Atapuerca, en Burgos, considerada como el homínido más antiguo de Europa. Con este hito, despegó su carrera como prehistoriador, arqueólogo, antropólogo, geólogo y paleontólogo.

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Conforme pasan los años, va cerrando puertas echándose a la espalda todas las pistas que recogió en Atapuerca para saber de qué es capaz nuestra especie con tal de sobrevivir y convertirse en trascendente. Le sorprendemos preparándose un caldo catalán con vegetales y butifarra, que le tonificará el cuerpo y el espíritu para el resto del día, y, entre manos, su último libro, 'De la caverna al cosmos'. (Ara Llibres), un ensayo con el que nos ilumina el futuro para ayudar a construirlo.
Es un científico y, por tanto, está muy lejos de ejercer de Nostradamus, pero nos da muchas respuestas sobre cómo deberíamos repensar el futuro, la trascendencia después de la muerte o qué quedará de nuestra esencia humana cuando la inteligencia artificial haya colonizado hasta el espacio más íntimo.
Empezó a escribir el libro bajo los compases de la 'Tercera sinfonía de Beethoven', rememorando sus años de doctorado en París, y dio un último repaso al manuscrito con el fondo de 'Madame Butterfly', de Puccini, alternado con el 'Fausto' de Charles Gounod. Con los compases de las cantatas de Bach y 'Così fan tutte' de Mozart, cerró su corolario y terminó de vaciar su mente a la espera del pensamiento crítico del lector. "Lo que no es criticable no puede ser aceptado como aportación humana", avanza.
¿La música clásica le acompaña siempre?
Toda la vida he escrito mientras escucho música culta o clásica. La descubrí con mi abuela, gran melómana, y ella fue la responsable de grabarme esta afición. La belleza musical realza los sentidos, me facilita la narración sobre la humanidad en proceso de deshumanización.
Michael Bommer, un berlinés enfermo terminal, ha creado un clon inteligente para prolongar su presencia de forma virtual después de su muerte. ¿Qué le hace pensar?
La tecnología nos volverá transhumanos y este es un ejemplo de que avanza a ritmos insospechados. Nos estamos transformando de manera definitiva, y con ello comienza un proceso de deshumanización. A partir de ahora entramos en una nueva fase marcada por la singularidad del transhumanismo. La posrevolución científica y tecnológica dará pasó la transhumanidad. Vivimos con la esperanza de hacernos inmortales y trascender. Lo han hecho nuestros genes y ahora también nuestros memes.
Vivimos con la esperanza de hacernos inmortales. Lo han hecho nuestros genes y ahora también nuestros memes
¿En qué consiste exactamente la transhumanización?
Es una forma de superarnos como humanos. La naturaleza nos hizo humanos por azar. La secuencia más probable es que nuestra conciencia operativa nos haga transhumanos. Dejaremos atrás muchas de nuestras características actuales, transformándonos en una nueva especie que será un híbrido entre lo biológico y lo tecnológico. Iremos más allá de nosotros mismos, de nuestra singularidad nacida por azar. Por eso, debemos construir la base de esa transhumanidad. De momento, no disponemos todavía de todas las herramientas, solo lo estamos imaginando desde la experiencia y el pensamiento crítico.
¿La especie poshumana será mejor?
Implicará mejoras en cuanto a tecnología, conciencia, salud o conocimiento. Entre lo que sabemos e intuimos, podemos construir un futuro robusto. En este proceso, la socialización de la inteligencia artificial generativa y creativa jugará un papel fundamental.
En su libro habla de varias especies. ¿Cuántas serán? ¿Conseguiremos una convivencia pacífica?
La biotecnología intervendrá en los procesos sociales, de manera que habrá varias especies en poco tiempo. Ocurrirá posiblemente en los próximos 60 años. Habrá una no alterada genéticamente, la alterada, los cíborgs y los creados desde cero. La diversidad será fundamental. No seremos sapiens, por supuesto. Tendremos un funcionamiento parecido porque la inteligencia artificial y creativa generará lenguajes y logaritmos que nos permitirá conectarnos entre nosotros. No es utopía, sino una distopía que es auténtica. Es la realidad. Me fascina la idea que estaba ya en 'La guerra de las galaxias', con una gran diversidad de criaturas conscientes con inteligencia.
La diversidad será fundamental. No seremos sapiens, por supuesto
¿Cuál es el mayor riesgo de esta poshumanidad?
Toda revolución implica un cambio violento. Es una certeza histórica. La revolución neolítica produjo centenares de miles de muertos. También la revolución industrial provocó la muerte de 250 millones de personas. La tecnológica será la siguiente y podría ocasionar en las próximas décadas la pérdida de 1.000 millones de humanos y una Tercera Guerra Mundial, si seguimos con los mismos criterios. Pero los cambios serán buenos para nuestra especie. Después de un caos, a continuación vendrá el equilibrio.
¿Esta evolución está en manos de hombres como Elon Musk?
Elon Musk me parece una anomalía humana, pero pasará. Su poder será efímero. La tecnología no puede quedar en manos de una minoría sin más ambición que la de hacer negocio.
Elon Musk me parece una anomalía humana, pero pasará
¿Tenemos asegurado el cuidado del planeta en este nuevo orden?
Habrá un equilibrio social, tecnológico y medioambiental. Gracias a la tecnología, las energías serán cada vez más limpias y naturales. También la genética de las plantas y cultivos. La inteligencia artificial no hará daño al planeta, el daño se lo estamos haciendo nosotros.

¿El planeta se nos ha quedado pequeño?
La vida ya no se desarrollará solo en la Tierra, sino en el espacio. En diez años tendremos las primeras bases en la Luna. En veinte, en Marte. Pero la socialización de los viajes estelares será mucho más adelante. La colonización del espacio es una continuidad de la conquista del hombre. Está en nuestro ADN. Igual que fuimos conquistando continentes, colonizaremos otros planetas del sistema solar y más allá.
En diez años tendremos las primeras bases en la Luna
¿Nuestra longevidad seguirá en aumento?
En el Neolítico vivían 25 o 30 años; ahora superamos los 90. En un futuro, podremos vivir hasta 125 años. Hablo de transhumanos, de humanos genéticamente mejorados. Ahora somos una especie imbécil, que construye casas en zona de terremotos y es incapaz de hacer la obra del barranco del Poyo, en Valencia, que habría evitado la destrucción de la dana.
A todo esto, seguimos sin entender el cerebro.
El cerebro me asombra desde que descubrí los primeros fósiles de Atapuerca. Es un gran enigma. Cuando se conozca el origen del cerebro, que es lo que queda por conocer, y cuando estemos estableciendo mecanismos cuánticos para entender la fisiología humana, estaremos en otro espacio, seguramente en el origen de nuestra conciencia.
Cuando se conozca el origen del cerebro, estaremos, seguramente, en el origen de nuestra conciencia
¿Entiende que exista gente a la que todo esto le resulte inquietante y se protejan oponiéndose a cualquier desarrollo tecnológico y científico?
Comprendo su actitud, pero no es práctica. Hemos sobrevivido durante miles de años gracias a la tecnología. Es la que nos ha hecho humanos y el futuro será mejor en cuanto a consciencia, cura de enfermedades y otros ámbitos. Los humanos básicamente fabricamos utensilios, y eso es lo que empezó a hacer aquella gente de hace dos millones y medio de años. Ninguna otra especie lo había logrado antes y ninguna lo ha logrado hasta ahora. La deshumanización es nuestro mecanismo de adaptación para poder sobrevivir como especie.
¿Su visión del futuro es optimista?
Soy un hombre optimista, no solo con el futuro, también con el presente. Tengo más de setenta años y aún me quedan muchas cosas por ver gracias al ritmo frenético de la inteligencia artificial, pero a otras muchas no llegaré.

Si no fuese por lo lejos que tenemos a este erudito, le pediríamos un buen sorbo de ese caldo que prepara de buena mañana porque también nosotros necesitamos tonificarnos antes de procesar sus pensamientos.