Viajaba a 72.000 kilómetros por hora y la 'explosión' se produjo a unos 116 km sobre el nivel del mar. Siguió su ruta en dirección noroeste hasta finalizar a unos 58 km, muy cerca de las costas de Almería.
La velocidad hizo que la roca se volviese incandescente y se viera como una enorme bola de fuego. Desde los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada y Sevilla se pudo ver un resplandor enorme que iluminó el cielo nocturno.
No hubo daños porque ningún fragmento llegó al mar Mediterráneo. Se desintegró al impactar contra la atmósfera terrestre y, de hecho, duró apenas unos segundos. Por suerte (no todos los días se ve un asteroide), el Complejo Astronómico de La Hita, en Toledo, captó el momento.
Los observatorios que participan en el Proyecto SMART monitorizan sin cesar el cielo para registrar los objetos procedentes del Sistema Solar que llegan a la Tierra. En este caso la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa ha sido la responsable de analizar el evento.