La luna llena siempre está rodeada de misterio y uno de ellos se pronuncia este mes de febrero que se queda sin ella. La razón es el 'periodo sinédico' es decir, el tiempo que transcurre un objeto en aparecer en el mismo lugar del cielo respecto al sol. En el caso de la Luna consta de 29,5 días.
Este tiempo de espera hace imposible que algún mes (que no sea febrero) se quede sin contar con la presencia de una luna llena puesto que todos tienen una duración de 30 o 31 días. Sin embargo, el mes del amor, al contar con tan solo 28 días (o 29 si es año bisiesto), hay algún año que se queda sin ella.
La superluna tuvo (algo de) culpa
Enero ha disfrutado de dos lunas llenas (el 1 y el 31), siendo esta última una superluna azul de sangre, un triple acontecimiento astronómico insólito que no sucedía desde hace 150 años. Pero este hecho ha provocado que el ciclo lunar empiece el día 1 de febrero y, por lo tanto, que no tenga tiempo para aparecer este mes. La última vez que ocurría algo así fue en 1999 y no será hasta 1937 cuando esta sincronía vuelva a repetirse.
La luna llena está asociada a leyendas, cuentos y creencias en diversas culturas del mundo. Esto provoca en muchos la pregunta de ¿cómo afecta que este mes no vaya a aparecer? Pues bien, podemos estar tranquilos. La ausencia de esta fase lunar durante el mes de febrero es intranscendente para nuestra vida.
Este fenómeno astronómico es una coincidencia que no debe preocuparnos, ya que el uno de marzo podremos volver a ver brillar la luna llena en el firmamento. Además, el 2018 se presenta como un gran año para los aficionados y profesionales de la astronomía por los eclipses y lluvias de estrellas que nos tiene preparados.