Desde Jamaica hasta Carolina del Sur: el horror de Matthew, contado en imágenes

A 260 kilómetros por hora, con 45 centímetros de agua acumulada, casi dos millones de personas evacuadas, más de 900 muertes…lo que ha dejado 'Matthew' son cifras aterradoras. Aunque parece que estamos ante los últimos coletazos de esta tormenta tropical, el pavor todavía se mantiene por el sudeste de Estados Unidos. Y no es para menos. Los estragos que ha causado van a suponer pérdidas notables de dinero y miles de vidas destrozadas. Las cifras se tambalean conforme pasan las horas y todavía no podemos saber con certeza el número de daños que el huracán ha ocasionado. Lo que sí sabemos es que, afortunadamente, 'Matthew' ya es solo un ciclón postropical y, en 24 horas, podría llegar a su fin en las aguas del Atlántico.

A 260 kilómetros por hora, con 45 centímetros de agua acumulada, casi dos millones de personas evacuadas, más de 900 muertes…lo que ha dejado 'Matthew' son cifras aterradoras. Aunque parece que estamos ante los últimos coletazos de esta tormenta tropical, el pavor todavía se mantiene por el sudeste de Estados Unidos. Y no es para menos. Los estragos que ha causado van a suponer pérdidas notables de dinero y miles de vidas destrozadas. Las cifras se tambalean conforme pasan las horas y todavía no podemos saber con certeza el número de daños que el huracán ha ocasionado. Lo que sí sabemos es que, afortunadamente, 'Matthew' ya es solo un ciclón postropical y, en 24 horas, podría llegar a su fin en las aguas del Atlántico.

Las alarmas saltaban el jueves cuando Matthew amenazaba con llegar a la costa estadounidense con categoría 5, el máximo nivel al que puede llegar un huracán. Los vientos de hasta 260 kilómetros por hora y las lluvias torrenciales han azotado las calles de la costa este de Florida durante el fin de semana y han dejado árboles en el suelo, inundaciones, crecidas de ríos y el tendido eléctrico destrozado. Pero lo peor han sido las seis vidas que se ha cobrado: dos de ellas han fallecido al ser aplastadas por árboles y otras dos por inhalación de monóxido de carbono. Aunque Matthew ya se ha ido, los servicios de limpieza y eléctricos trabajan porque todo vuelva a la normalidad y los tres parques tématicos de Orlando ya han reabierto sus puertas, todavía los casi dos millones de personas que fueron evacuadas no han vuelto a sus hogares y son 400.000 las casas que permanecen sin luz.

Las alarmas saltaban el jueves cuando Matthew amenazaba con llegar a la costa estadounidense con categoría 5, el máximo nivel al que puede llegar un huracán. Los vientos de hasta 260 kilómetros por hora y las lluvias torrenciales han azotado las calles de la costa este de Florida durante el fin de semana y han dejado árboles en el suelo, inundaciones, crecidas de ríos y el tendido eléctrico destrozado. Pero lo peor han sido las seis vidas que se ha cobrado: dos de ellas han fallecido al ser aplastadas por árboles y otras dos por inhalación de monóxido de carbono. Aunque Matthew ya se ha ido, los servicios de limpieza y eléctricos trabajan porque todo vuelva a la normalidad y los tres parques tématicos de Orlando ya han reabierto sus puertas, todavía los casi dos millones de personas que fueron evacuadas no han vuelto a sus hogares y son 400.000 las casas que permanecen sin luz.

Las alarmas saltaban el jueves cuando Matthew amenazaba con llegar a la costa estadounidense con categoría 5, el máximo nivel al que puede llegar un huracán. Los vientos de hasta 260 kilómetros por hora y las lluvias torrenciales han azotado las calles de la costa este de Florida durante el fin de semana y han dejado árboles en el suelo, inundaciones, crecidas de ríos y el tendido eléctrico destrozado. Pero lo peor han sido las seis vidas que se ha cobrado: dos de ellas han fallecido al ser aplastadas por árboles y otras dos por inhalación de monóxido de carbono. Aunque Matthew ya se ha ido, los servicios de limpieza y eléctricos trabajan porque todo vuelva a la normalidad y los tres parques tématicos de Orlando ya han reabierto sus puertas, todavía los casi dos millones de personas que fueron evacuadas no han vuelto a sus hogares y son 400.000 las casas que permanecen sin luz.

Después de 2011, este ha sido el mayor desastre que ha llegado al país caribeño. Sus débiles infraestructuras impiden a la población protegerse de los vientos que llegaron el martes. Con rachas de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias devastadoras, el huracán Matthew pasó por Haití dejando casas y árboles derrumbados, deslizamientos de tierra, inundaciones y una cifra de muertos escalofriante: 900 muertos se han contado por el momento y los números siguen creciendo por horas. Además, la agricultura también ha sufrido las consecuencias de Matthew: un 80% de los cultivos han sido arrasados y ahora los habitantes están huyendo de las zonas rurales hacia las urbanas. Después de una semana sin Matthew, el país se mantiene en situación extrema: además de la epidemia de Cólera, 750.000 haitianos necesitan ayuda de emergencia. Los países de alrededor se han volcado con la causa y han enviado ayudas en forma de comida, agua potable, médicos, carpas de refugio y productos de higiene.

Después de 2011, este ha sido el mayor desastre que ha llegado al país caribeño. Sus débiles infraestructuras impiden a la población protegerse de los vientos que llegaron el martes. Con rachas de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias devastadoras, el huracán Matthew pasó por Haití dejando casas y árboles derrumbados, deslizamientos de tierra, inundaciones y una cifra de muertos escalofriante: 900 muertos se han contado por el momento y los números siguen creciendo por horas. Además, la agricultura también ha sufrido las consecuencias de Matthew: un 80% de los cultivos han sido arrasados y ahora los habitantes están huyendo de las zonas rurales hacia las urbanas. Después de una semana sin Matthew, el país se mantiene en situación extrema:además de la epidemia de Cólera, 750.000 haitianos necesitan ayuda de emergencia. Los países de alrededor se han volcado con la causa y han enviado ayudas en forma de comida, agua potable, médicos, carpas de refugio y productos de higiene.

Después de 2011, este ha sido el mayor desastre que ha llegado al país caribeño. Sus débiles infraestructuras impiden a la población protegerse de los vientos que llegaron el martes. Con rachas de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias devastadoras, el huracán Matthew pasó por Haití dejando casas y árboles derrumbados, deslizamientos de tierra, inundaciones y una cifra de muertos escalofriante: 900 muertos se han contado por el momento y los números siguen creciendo por horas. Además, la agricultura también ha sufrido las consecuencias de Matthew: un 80% de los cultivos han sido arrasados y ahora los habitantes están huyendo de las zonas rurales hacia las urbanas. Después de una semana sin Matthew, el país se mantiene en situación extrema:además de la epidemia de Cólera, 750.000 haitianos necesitan ayuda de emergencia. Los países de alrededor se han volcado con la causa y han enviado ayudas en forma de comida, agua potable, médicos, carpas de refugio y productos de higiene.

Después de 2011, este ha sido el mayor desastre que ha llegado al país caribeño. Sus débiles infraestructuras impiden a la población protegerse de los vientos que llegaron el martes. Con rachas de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias devastadoras, el huracán Matthew pasó por Haití dejando casas y árboles derrumbados, deslizamientos de tierra, inundaciones y una cifra de muertos escalofriante: 900 muertos se han contado por el momento y los números siguen creciendo por horas. Además, la agricultura también ha sufrido las consecuencias de Matthew: un 80% de los cultivos han sido arrasados y ahora los habitantes están huyendo de las zonas rurales hacia las urbanas. Después de una semana sin Matthew, el país se mantiene en situación extrema:además de la epidemia de Cólera, 750.000 haitianos necesitan ayuda de emergencia. Los países de alrededor se han volcado con la causa y han enviado ayudas en forma de comida, agua potable, médicos, carpas de refugio y productos de higiene.

Después de 2011, este ha sido el mayor desastre que ha llegado al país caribeño. Sus débiles infraestructuras impiden a la población protegerse de los vientos que llegaron el martes. Con rachas de hasta 230 kilómetros por hora y lluvias devastadoras, el huracán Matthew pasó por Haití dejando casas y árboles derrumbados, deslizamientos de tierra, inundaciones y una cifra de muertos escalofriante: 900 muertos se han contado por el momento y los números siguen creciendo por horas. Además, la agricultura también ha sufrido las consecuencias de Matthew: un 80% de los cultivos han sido arrasados y ahora los habitantes están huyendo de las zonas rurales hacia las urbanas. Después de una semana sin Matthew, el país se mantiene en situación extrema:además de la epidemia de Cólera, 750.000 haitianos necesitan ayuda de emergencia. Los países de alrededor se han volcado con la causa y han enviado ayudas en forma de comida, agua potable, médicos, carpas de refugio y productos de higiene.

Las islas todavía están consternadas por los daños de Matthew. Después de lo que había hecho en Haití, el archipiélago se esperaba lo peor: las autoridades insistieron en que la población se preparase de cara al huracán con víveres suficientes. Llegó con categoría 4, la madrugada del miércoles, y sus daños todavía no se han podido reparar: han habido graves inundaciones en zonas urbanas, los postes de luz, los semáforos y los árboles siguen por el suelo, los coches han quedado destrozados y las fachadas de las casas derruidas. Incluso, muchas de ellas se quedaron sin tejado. Aunque las imágenes que ha dejado Matthew en las Bahamas son de lo más desastrosas, todo apunta a que no ha habido fallecidos.

El martes a las seis de la tarde, el huracán entraba con categoría 4 por Punta Caleta, en la provincia de Guantánamo. Las calles se paralizaron ante los 230 kilómetros por hora de viento. El ojo de la tormenta se mantuvo estacionario hasta que decidió salir camino a Haití. Los cubanos que residían más cercanos a la costa tuvieron que ser evacuados. En total, unos 35.000 de 82.000 personas que viven en el país. La más dañada ha sido Baracoa, la ciudad más antigua de Cuba: los daños han sido graves en las viviendas, en el tendido eléctrico y las inundaciones han mantenido aislada a la zona del resto de la provincia de Guantánamo, desde que llegó la tormenta hasta hace algunos días.

El martes a las seis de la tarde, el huracán entraba con categoría 4 por Punta Caleta, en la provincia de Guantánamo. Las calles se paralizaron ante los 230 kilómetros por hora de viento. El ojo de la tormenta se mantuvo estacionario hasta que decidió salir camino a Haití. Los cubanos que residían más cercanos a la costa tuvieron que ser evacuados. En total, unos 35.000 de 82.000 personas que viven en el país. La más dañada ha sido Baracoa, la ciudad más antigua de Cuba: los daños han sido graves en las viviendas, en el tendido eléctrico y las inundaciones han mantenido aislada a la zona del resto de la provincia de Guantánamo, desde que llegó la tormenta hasta hace algunos días.

Tras su paso por Colombia, donde tuvo origen la tormenta tropical, Matthew arrasó las calles de la República Dominicana y Jamaica. A esta última llegó con categoría 4. Los vientos de 260 kilómetros por hora y las constantes tormentas dejaron un total de cuatro muertos. Aunque fueron las zonas menos afectadas por Matthew, junto con Colombia que solo experimentó daños menores, 200 viviendas sufrieron daños y 800 personas tuvieron que ser evacuadas. Durante las fuertes ráfagas de viento, los dominicanos se quedaron atrapados en casas y coches.

Entraba el sábado a las Carolinas con menor categoría que a Florida. Aunque la población se preparó muy bien antes del huracán, no fue capaz de hacer frente al potencial mortal de Matthew: son 12 los muertos que se han producido a su paso. Aun así, se teme que haya más y es que hay cinco personas en paradero desconocido. El domingo, el terror recorrió las calles de Carolina del Norte y Del Sur: las lluvias torrenciales fueron tan súbitas que la gente quedó atrapada en los coches y los vientos de 160 kilómetros por hora tiraron los toldos y farolas. Los destrozos van a significar una gran suma de dinero en reparaciones: los postes de luz, los árboles y las inundaciones hacen intransitables las calles de Georgia y las Carolinas. Las 500.000 personas evacuadas todavía no han vuelto a sus hogares, y es que las viviendas todavía no son seguras: 746.700 inmuebles siguen sin luz y las inundaciones, que han alcanzado 45 centímetros de altura, podrían suponer crecidas en los ríos en las próximas horas.

Entraba el sábado a las Carolinas con menor categoría que a Florida. Aunque la población se preparó muy bien antes del huracán, no fue capaz de hacer frente al potencial mortal de Matthew: son 12 los muertos que se han producido a su paso. Aun así, se teme que haya más y es que hay cinco personas en paradero desconocido. El domingo, el terror recorrió las calles de Carolina del Norte y Del Sur: las lluvias torrenciales fueron tan súbitas que la gente quedó atrapada en los coches y los vientos de 160 kilómetros por hora tiraron los toldos y farolas. Los destrozos van a significar una gran suma de dinero en reparaciones: los postes de luz, los árboles y las inundaciones hacen intransitables las calles de Georgia y las Carolinas. Las 500.000 personas evacuadas todavía no han vuelto a sus hogares, y es que las viviendas todavía no son seguras: 746.700 inmuebles siguen sin luz y las inundaciones, que han alcanzado 45 centímetros de altura, podrían suponer crecidas en los ríos en las próximas horas.

Entraba el sábado a las Carolinas con menor categoría que a Florida. Aunque la población se preparó muy bien antes del huracán, no fue capaz de hacer frente al potencial mortal de Matthew: son 12 los muertos que se han producido a su paso. Aun así, se teme que haya más y es que hay cinco personas en paradero desconocido. El domingo, el terror recorrió las calles de Carolina del Norte y Del Sur: las lluvias torrenciales fueron tan súbitas que la gente quedó atrapada en los coches y los vientos de 160 kilómetros por hora tiraron los toldos y farolas. Los destrozos van a significar una gran suma de dinero en reparaciones: los postes de luz, los árboles y las inundaciones hacen intransitables las calles de Georgia y las Carolinas. Las 500.000 personas evacuadas todavía no han vuelto a sus hogares, y es que las viviendas todavía no son seguras: 746.700 inmuebles siguen sin luz y las inundaciones, que han alcanzado 45 centímetros de altura, podrían suponer crecidas en los ríos en las próximas horas.