Tomar una ducha caliente en invierno o refrescante en verano apetece a cualquier hora, pero ¿existe una hora para ducharse que sea la más apropiada? Sí, científicamente existe una hora perfecta para hacerlo.
Muchas personas deciden hacerlo a primera hora de la mañana, pero la ciencia estima que la mejor hora para hacerlo es antes de meterte en la cama, cuando ducharse es más beneficioso para tu organismo.
Además de ayudarte a conciliar mejor el sueño, al sentirte más descansado, tomar una ducha por la noche podría ayudarte a desintoxicar el cuerpo de los agentes contaminantes del exterior, como los que causan el acné o las alergias. “Si se mete en sus sábanas y apoya la cabeza sobre la almohada con aceite y sudor en el cuerpo de todo el día, podría provocar acné”, explica el dermatólogo certificado y fundador de Curology, David Lortscher.
El experto afirma además que la calidez y el calor de un baño pueden aliviar la tensión y la ansiedad del día, promoviendo la relajación. “Puede ser mentalmente relajante terminar el día con una ducha, la calidez puede ayudarte a aliviar el estrés de un largo día”, explica Lortscher.
Según la ciencia, sentirte limpio, relajado y aliviado al final de día es imprescindible para disfrutar de un buen sueño, lo que nos hará sentirnos más productivos y activos al día siguiente. Beneficios que se pueden conseguir tomando un baño relajante antes de irte a dormir.