Una australiana de 34 años falleció este sábado cuando descendía de la cumbre del monte Everest. La montañista Marie Strydom se vio afectada por el mal de altura cuando bajaba del Campo Cuatro, situado a unos 8.000 metros sobre el nivel de mar.
Además, dos montañistas indios se perdieron en la montaña el sábado, en el lugar conocido como la ‘zona de la muerte’. "Llevamos más de 30 horas sin poder contactarlos y no está claro si llegaron a la cima", han comentado fuentes de Trekking Camp Nepal.
La de Marie Strydom es la segunda muerte en la misma zona en tan solo tres días, después de que el holandés Eric Ary Arnold pereciera al llegar a la cima de 8.850 metros del Everest. "Estamos esperando al líder de la expedición y a otros montañistas del grupo para que bajen al campo base", dicen desde Seven Summits Treks.
No son estos los únicos incidentes de gravedad que se están registrando en esta semana en el Everest, decenas de montañistas fueron rescatados de la montaña en los dos últimos días con congelaciones y heridas, dijeron a Europa Press funcionarios locales, sin ofrecer más detalles.
Mal de altura
El mal de altura es una de las causas de fallecimiento entre montañistas profesionales. Es el nombre que se le da al conjunto de reacciones fisiológicas que se producen en el cuerpo humano cuando éste acusa la falta de oxígeno. Mareos, alteraciones visuales, cambios psicológicos o convulsiones son algunos de los síntomas más graves que, en casos como los de Marie Strydom, acaban en muerte.
Aparte de la baja presión, las condiciones meteorológicas a las que se exponen los montañistas distan de ayudar al buen funcionamiento del cuerpo humano. En el punto más alto de la Tierra durante el mes más frío del año, la temperatura puede llegar incluso a los -70 °C. En julio, el mes más cálido, la temperatura promedio en la cumbre es de -20 °C.