Había ganas de playa. Ha hecho sol y calor y hemos estado encerrados. Los municipios de costa de España han pasado casi en tu totalidad a la fase 2, que permite el baño siempre y cuando se mantenga la distancia de seguridad y no se sobrepase el aforo. Para controlarlo, los ayuntamientos se han puesto creativos con apps móviles, semáforos y drones. Así se está viviendo la semana.
Ha hecho casi 30ºC y un bochorno digno de chapuzón en las localidades del Mediterráneo y de Andalucía. En el norte, las tormentas vespertinas han limitado más el tiempo de sol para disfrutar echado en la arena, pero tampoco han faltado valientes para meterse en el mar.
Estamos desescalando con la prudencia propia de una pandemia y, claro, la estampa ha cambiado mucho en nuestras playas. Hay guardias vigilando, varios metros entre toalla y toalla, y no se ven motos de agua y embarcaciones de recreo como otros años a estas alturas.
Va a coincidir además que en los próximos días, mientras el resto del país se enfría y recibe el envista de una vaguada –elongación de bajas presiones– que va a desestabilizar la atmósfera, en el sudeste peninsular –Alicante, Murcia y Almería– seguirán con tiempo más veraniego. Excepto, eso sí, por el viento que será muy intenso a partir del jueves.