Todos los años a las puertas del verano muchas localidades de la costa se preparan para la gran noticia: si su playa estará (o no) entre las galardonadas con la bandera azul. Y este año, en general, nos hemos llevado un gran batacazo. Unas 25 han perdido el distintivo, si bien 7 lo estrenan por primera vez. Nos salen más pérdidas que ganancias, pero hay una buena noticia: seguimos siendo líderes en Europa.
Este 2019 las playas españolas han bajado un poquito el listón. Un total de 24 (un 4%) ha perdido la bandera azul, aunque el consuelo es que aún España es el país que más tiene del mundo: 566. Además, no todo el mundo ha salido mal en esta edición. Unas 7 localidades van a estrenar por primera vez el distintivo, que reconoce los entornos, ya sean playas o puertos, que cumplen una serie de condiciones ambientales e instalaciones.
Entre las beneficiadas por este distintivo, se encuentran Altea en Alicante, Cheles en Badajoz, Galápagos y San Lorenzo en Melilla, Nules en Castellón, La Cueva en La Gomera y Santanyí en Mallorca. Todas ellas han mejorado sustancialmente sus equipamientos y ahora están entre lo mejor de lo mejor en destinos para estas vacaciones.
Por el contrario, las comunidades de Andalucía, Canarias y Cataluña son las que han perdido el distintivo, debido principalmente al incumplimiento de la ley de costas, a la pérdida de la calidad de las aguas de baño y a la falta de depuración de las aguas residuales urbanas. Entre ellas destaca la famosa playa de Zahara, que este año no verá ondear la tela azul.
El proyecto de Bandera Azul surgió en 1985 gestionado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE) en Francia, y comenzó a extenderse por el continente con el apoyo de la Comisión Europea. En la actualidad son 49 países de todo el mundo los que participan en el proyecto.