El Sol podría ser el resultado del choque de la Vía Láctea con la galaxia enana de Sagitario

  • Son los resultados de un estudio del Instituto de Astrofísica de Canarias

  • Durante la confluencia de Sagitario, la formación estelar se cuadruplicó

El Sol, y el Sistema Solar, se crearon a partir de la colisión de nuestra galaxia, la Vía Láctea y otra mucho más pequeña, Sagitario. Son las conclusiones de un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores liderado desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), como recoge la Agencia Sinc.

Podría ser que nuestro Sol fuera una de tantas estrellas formadas hace 5.000 millones de años, como consecuencia de la interacción entre nuestra galaxia y Sagitario, y que estuviéramos siendo testigos de uno de los eventos astronómicos clave que dio lugar al mundo tal y como lo conocemos actualmente”, explica Tomás Ruiz Lara, astrofísico del IAC y primer autor del artículo publicado en el revista Nature Astronomy.

Tres momentos de formación

El estudio concluye, con imágenes tomadas por la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), que los tres periodos de mayor formación estelar en la Vía Láctea, hace 5.700, 1.900 y 1.000 millones de años, se corresponden con los momentos en que la galaxia Sagitario pasó por la nuestra. “Era de esperar que nuestra galaxia no hubiese formando estrellas de manera constante a lo largo de toda su historia, pero lo que no esperábamos era encontrar tres periodos bien definidos de mayor formación estelar”, añade Ruiz Lara.

Tras el Big Bang prosiguió una furiosa formación de estrellas y galaxias, que decreció de forma gradual según el universo se fue expandiendo y enfriando. Pero lo sorprendente es que durante esos episodios se ha comprobado que se llegó a multiplicar por cuatro el ritmo normal.

La galaxia enana de Sagitario, descubierta en 1994, se encuentra actualmente a 70.000 años luz de la Tierra y se mueve en una órbita a unos 50.000 años luz del centro de nuestra galaxia. A pesar de su lejanía y su pequeño tamaño en relación con nuestra galaxia, unas 20 veces mayor, habría bastado para desencadenar la creación de estrellas como nuestro sol.

"Todo indica que estos acercamientos e interacciones entre ambos sistemas han sido capaces de espolear la formación de nuevas estrellas en nuestra galaxia, afectando drásticamente a su evolución", explica Carme Gallart, también coautora e investigadora del IAC, que considera que los resultados “cuestionan modelos actuales de formación estelar en galaxias y plantean límites a estudios teóricos futuros".

Los astrónomos analizaron la luz que emiten 24 millones de estrellas dentro de una esfera de 6.500 años luz alrededor de nuestro Sol. Con ello han confeccionado un modelo que constituye la mejor historia evolutiva de la Vía Láctea jamás realizada.