Según informa eldiario.es, el estudio estudió el comportamiento de 729 personas, desde estudiantes a mayores de 70 años. El experimento consistía en dejarles solos en una habitación durante un periodo de tiempo de entre 6 y 15 minutos.
Durante este tiempo, la mayoría de los participantes en el experimento afirmó que se entretuvieron escuchando música o mirando el móvil.
Pero el miedo a quedarse solo va más allá. Después de ofrecerles la posibilidad de recibir una descarga eléctrica, 6 de las 24 mujeres y 12 de los 18 hombres, prefirieron apretar el botón y recibir un pequeño calambre que estar ociosos.
El responsable del estudio, Timothy Wilson, asegura que es sorprendente “que ni siquiera a los ancianos les apetecía estar simplemente pensando”.