La intención de Bardem, junto a la organización Greenpeace, con este documental es proteger a pingüinos, ballenas y todo tipo de mamíferos antárticos, que en la actualidad cuentan con grandes dificultades para conseguir alimento debido a la pesca desenfrenada.
Bardem reconoce que fue a la Antártida como un ciudadano más, sin saber nada de lo que allí ocurría, pero pronto cambio su visión. "Me explicaron por qué si no empezamos a proteger los océanos ahora, en un futuro muy cercano el planeta sufrirá tremendamente", asegura el intérprete madrileño.
El documental es un proyecto que está impulsado también por la organización ecologista Greenpeace y en el que también participa su hermano Carlos Bardem. La idea es aborda la naturaleza del lugar y los intereses que le amenazan.
En su viaje a la Antártida, Bardem navegó durante una semana por el océano Antártico y a bordo de un submarino realizó una inmersión de 270 metros de profundidad para ver con sus propios ojos un fondo marino apenas conocido en el que residen invertebrados y fauna como corales, esponjas o estrellas de mar.
A su vuelta, el actor se reunió con representantes de los más de 20 Gobiernos que forman la Comisión del Océano Antártico, que tienen previsto debatir en octubre la puesta en marcha de esta iniciativa para crear un santuario marino de más de 1,8 millones de kilómetros cuadrados y mitigar los efectos del cambio climático.