Los modelos que predicen la concentración de polvo en la atmósfera, y que nos sirven muchas veces para predecir si tendremos calima en nuestro país, lo han confirmado: el ‘medicane’ vendrá cargadito de partículas. La razón es que la formación irá cogiendo fuerza cerca de Libia durante su formación, para luego moverse hacia el sur de Grecia y el mar Jónico.
Eso implicará que las lluvias no solo serán especialmente intensas (algunos hablan de acumulados de hasta 100 litros por metro cuadrado en pocas horas) sino que estas serán de barro. Los acumulados más grandes, según los mapas de previsión, en la isla de Creta y las colas de polvo llegarán hasta la parte oriental de Grecia.
Se trata de un ‘medicane’ especialmente potente para lo que suelen ser estos fenómenos. De lo normal, no suelen exceder de vientos 150 km/h (los huracanes son siempre el doble de potentes, en todos los sentidos), y precisamente por esto se les conoce como los hermanos pequeños de los ciclones tropicales.
En este caso, los vientos podrían superar los 160km/h en su pico de actividad, que coincidirá con su paso por la península del Penoloponeso. Además de las zonas costeras, también hay países cuyo interior podría verse afectado por el potente ‘medicane’, como Grecia y el oeste de Turquía.
Entre los efectos del ‘medicane’, se esperan sobre todo daños por los intensos vientos y formación de inundaciones. Por eso, los servicios de emergencia de los diferentes países ya están preparados para hacer frente a este tipo de formación, muy típica de los meses de septiembre, octubre y noviembre.