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El teatro Campoamor, en Oviedo, vuelve a acoger este 2022 los Premios Princesa de Asturias, donde los reyes de España, Felipe VI y Letizia, serán los encargados de entregar los reconocimientos a importantes figuras de las ciencias y de las artes. Este año, la gala coincide además con el 130 aniversario de su inauguración. ¿Qué ha pasado desde entonces y cómo ha cambiado? Estos son algunos datos curiosos sobre el teatro Campoamor.
La construcción del teatro Campoamor se remonta al año 1876, cuando José Longoria Carbajal, entonces alcalde, presentó su proyecto de construcción con el objetivo de dotar a Oviedo de un edificio donde se representasen óperas y funciones teatrales, que por entonces tanto atraían a la burguesía. Hasta entonces, se habían representado en el teatro del Fontán, que hoy es la Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala, y que estaba en un absoluto estado de decrepitud. Desde que se presentó el proyecto hasta que terminó su obra pasaron siete años.
El teatro Campoamor se levantó con el proyecto de José López Sallaberry y Siro Borrajo Montenegro, los únicos que se presentaron al concurso, sobre el solar del antiguo huerto del convento de Santa Clara, detrás de la calle de Uría, proyectada un par de décadas antes.
Para su nombre, el entonces concejal y escritor Leopoldo Alas Clarín sugirió en 1890 tomar el apellido de Ramón de Campoamor, poeta asturiano del realismo.
Este no pudo asistir a la inauguración por achaques de la edad, pero como acto de agradecimiento mandó a su hermano con mil pesetas para repartir a los pobres de la ciudad. Finalmente, se decidió que se distribuyesen entre las cuatro parroquias existentes, a razón de 250 pesetas por cada una de ellas.
A pesar de que la construcción finalizó en 1883, no fue hasta el 17 de septiembre de 1892, coincidiendo con las Fiestas de San Mateo. Se representó la obra de 'Los Hugonotes' de Giacomo Meyerbeer y la siguió 'Lucía de Lammermoor', ópera que también fue presentada en la I temporada de ópera de Oviedo, en 1948, y también se representó en el 120 aniversario.
Desde su inauguración, el espacio ha sufrido varias remodelaciones. La primera en el año 1916, cuando se reestructuró el interior y se amplió el aforo.
Tras la guerra civil, solo quedó la fachada principal y tuvieron que reconstruirlo. No abriría de nuevo sus puertas hasta 1988 con la ópera Manón.
En 1988, se reformó el escenario, ampliándose el espacio del foso de la orquesta y modernizando la caja escénica. El proyecto fue del arquitecto José Rivas, asesorado por Julio Galán Martín. Estos dotaron al teatro de nuevos camerinos, sala de ensayos, sastrería, peluquería, sala de utillaje o atrezzo, talleres y salas de personal de tramoya. Los antiguos camerinos pasaron entonces a ser la sede de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo.
En 1993, transformaron la sala polivalente del sótano en el Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo.
En 2006, se llevó a cabo un proyecto de iluminación exterior.