¿Por qué nos cae tan bien Keanu Reeves, protagonista de 'John Wick 4'?

Keanu Reeves, el actor canadiense de ascendencia china que acaba de cumplir 58 años sigue construyendo su halo mágico gracias a los papeles que protagoniza y a la fama de buena persona que le rodea, especialmente por su generosidad con enfermedades como la leucemia. Reeves vuelve estos día a la gran pantalla gracias al treno de la cuarta entrega de la saga 'John Wick' el asesino a sueldo en Nueva York, John Wick, un asesino a sueldo con sed de venganza.

Keanu Reeves parece vivir una continua luna de miel con los medios de comunicación y las redes sociales. Cada gesto o cada aparición del actor es interpretada en clave positiva y se le perdona accidentes que para otros suponen penosos procesos penales. Recientemente, durante el rodaje de esta nueva entrega de 'John Wick', Reeves confesaba haberle abierto la cabeza a un compañero de rodaje en un accidente de reconocía fue "muy jodido", según informa la revista cinematográfica Fotograma.

El 'hombre triste' al que muchos consideran el 'novio de Internet'

Entre las principales alabanzas que recibe de forma generalizada destaca la etiqueta de persona humilde y sencilla que el propio actor impulsa cuando le preguntan cómo se siente al ser considerado como 'el novio de Internet' a lo que él respondió quitándole importancia.

En el origen de esta imagen de persona como todos está la famosa fotografía de 2010 en la que Reeves aparecía sentado en el banco de un parque comiéndose un sándwich con la mirada perdida hacia el suelo. El meme dio la vuelta al mundo y a pesar de que el actor reconoció que "¡tenía hambre!", lo cierto es que contribuyó a construir el perfil de un hombre sencillo alejado de todo lo que suponen el glamuroso mundillo de Hollywood.

Como reconoce la revista Vanity Fair, "lo relevante de este fenómeno viral no fue la foto en sí, más anecdótica que reveladora, sino la reacción colectiva de Internet" Según este medio especializado en personalidades famosa, tras virilizarse la foto, "algunas personas se apresuraron a recordar las tragedias que ha sufrido el actor: su padre le abandonó cuando tenía 3 años, su mejor amigo River Phoenix murió de una sobredosis, su hija nació muerta en 1999 y la relación con su novia terminó a las pocas semanas (ella, tras dos años deprimida, falleció en un accidente de tráfico), los “viajes demoniacos” (conducir a toda velocidad sin luces) en su moto que le han provocado varios accidentes graves, le han llenado el cuerpo de cicatrices enormes y en una ocasión una mujer le pidió un autógrafo mientras agonizaba en el suelo con dos dientes rotos y la barbilla abierta; y su hermana Kim, con quien Keanu vivió durante años, ha sufrido leucemia".  La propia Kim habló maravillas de su hermano en la revista People por su cercanía mientras ella estuvo enferma: "Mi hermano es mi príncipe". 

Pero hay otros elementos que participan en la construcción de este personaje afable y conectado con todos nosotros. La revista Insider hacía un panegírico del actor recordando el momento en que cedía su asiento a una mujer cargada de bolsas en el metro de Nueva York. La imagen, grabada de forma anónima entre los pasajeros, dio a Reeves un aura de persona generosa y caritativa.

En esta línea también apunta uno de los principelas elogios que recibe gracias a sus generosas donaciones para cualquier tipo de campaña a favor de los más desfavorecidos, como a los enfermos de leucemia.

La lista es aún más larga, aunque muchas veces es más la interpretación de gestos corrientes convertidos en momentos extraordinarios, como cuando se interpreta sus momentos de posado junto a compañeras de reparto a los que trata con cortesía y respeto sin invadir sus espacios personales.