Son conocidos por nombres de estrellas, de esos que nada más escucharlos sabes que quien está detrás de ese nombre es alguien famoso, un actor, un cantante. Que también los hay con nombres más normales, más cotidianos, como son realmente sus nombres reales. Porque no, muchas de esas estrellas no se llaman como todos los conocemos, pero un apodo más espectacular siempre vende más.
El actor, nominado al Oscar, trabajó con grandes estrellas del siglo pasado, como Katharine Hepburn, Grace Kelly o el director Alfred Hitchcock. Sin embargo, Cary Grant era su nombre artístico, ya que nació como Archibald Alexander Leach nombre que a un productor al que le había gustado su casting no le veía demasiado enganche, por lo que se cambiaron por uno más llamativo.
De un galán de Hollywood a otro. El verdadero nombre de Rock Hudson, creación de su representante, porque creía que tenía más tirón que Roy Harold Scherer Jr., nombre con el que nació, pero nunca utilizó profesionalmente.
Ana Belén es unas de las cantantes y actrices más reconocidas de nuestro país, una cara intergeneracional que conoce toda la sociedad porque salió a escena desde muy pequeña con ese nombre, el cual vieron mucho más comercial que María de Pilar Cuesta Acosta, con el que nació.
Sara Montiel fue una de las pioneras en cruzar el charco para labrarse una carrera en Hollywood, pero nada del María Antonia Abad Fernández con el que estaba registrada, ella quería un nombre de estrella y se puso Sara como homenaje a su abuela y Montiel en honor a los campos manchegos en los que creció.
No, el cineasta no nació como Woody Allen. Su nombre real es Allan Stewart Konigsberg, que más tarde cambió su nombre legalmente a Heywood Allen. Woody, su mote, fue su seudónimo cuando siendo adolescente firmaba con ese nombre los chistes que escribía en un periódico.
A Judy Garland, la mítica Dorothy de ‘El Mago de Oz’, la conocemos todos. A la que quizá conoce muy poca gente es a Frances Ethel Gumm, su nombre fuera del mundo del cine y el famoseo. De joven participó en un vodevil al que el productor terminó llamando ‘Las hermanas Garland’, por lo que aprovechó para cambiarse el nombre artístico.
Este es más conocido por todos, Marisol, como la conocemos todos, no se llama así, tampoco Pepa Flores como se la llama ahora, aunque esté apartada de la vida pública desde hace décadas. Su nombre real es Josefa Flores.
El actor, hijo de Martin Sheen, heredó su nombre artístico de su padre, que tampoco es real. Su progenitor realmente se llamaba Ramón Antonio Gerardo Estévez, hijo de un emigrante gallego que se mudó a Estados Unidos, cambiándose el nombre por miedo al rechazo. Carlos Irwin Estévez, Charlie Sheen, heredó su apellido artístico y se cambió su nombre por la versión inglesa.
