"Estamos en shock, ya que hacer esta casa fue una verdadera suerte. Los dueños son fantásticos y nos hemos hecho muy amigos. La verdad es que la vivienda tiene unas connotaciones espaciales –y también de vistas– muy singulares, y nos llena de orgullo que Pedro Almodóvar lo haya sabido ver", declaraban este fin de semana a la revista AD los arquitectos de Aranguren + Gallegos (María José Aranguren López y José González Gallegos), creadores de la ya inmortalizada Szoke House, en San Lorenzo del Escorial, en la que Pedro Almodóvar rodara gran parte de su galardonada 'La habitación de al lado'.

Szoke House se encuentra encarada tanto a las colinas conocidas como Las Machotas, parte de la sierra de Guadarrama, como al Bosque de la Herrería, lo que le da ese peculiar aspecto de emplazamiento aislado e íntimo, tan propicio a la historia que el cineasta quería contar. Y la convierte también en una perfecta metáfora de la cinta.

Se trata de una casa de 450 m2, terminada en 2020 y en cuya concepción, según informan en su web los propios arquitectos, se buscó "que la casa se integre con el entorno natural del pinar que se mimetice con el paisaje". Para ello, recurrieron a una geometría quebrada que contrasta con la 'naturalidad' del bosque pero a la vez lo complementa. Como si se tratara de un capricho de la propia naturaleza.

Como se sabe, 'La habitación de al lado' -cuyo estreno en salas está previsto para el 18 de octubre- tiene que ver precisamente con esa intervención de lo humano en el curso natural de la vida (y de la muerte): la eutanasia como un gesto emocional no puede ser, también, más natural. Así, la casa es habitada por los personajes de Tilda Swinton y Julianne Moore como un paso de integración con la tierra, respetuoso con el proceso de la muerte, pero sin renunciar a la propia voluntad como parte de ese proceso.

En la integración de Szoke House con su entorno, han dicho los arquitectos, tuvieron también mucho que ver los paisajistas Enriqueta León del Olmo y Olmo Rengifo Carreras, de Planta Paisajistas, "todo el entorno natural que ya es artificio y no es bosque, lleva su sello" le decían Aranguren y Gallegos a AD.

No es la primera vez que Almodóvar recurre a emplazamientos en El Escorial, donde rodó también parte de sus celebradas 'Hable con ella' y 'Dolor y Gloria' y la Szoke House se suma así a los 'lugares santos' de la filmografía del manchego. Los otros escenarios, Manhattan sobre todo, a través de las amplísimas ventanas del piso neoyorquino por las que Swinton se asoma a la muerte, comparten con anteriores decorados almodovarianos la paleta cromática, el barroquismo culto, casi kitsch, de las paredes y contrastan con el minimalismo de líneas rectas de 'la casa del bosque', que se convierte en una especie de limbo.