Las dos Españas, la del rubio y la del moreno, ya tienen entradas para ver a Pecos

Fue anunciarse que volvían y miles y miles de fans del dúo se lanzaron a comprar entradas en cuestión de horas
El 23 de marzo la fiesta pasará por Madrid, en el Movistar Arena, cerca de su barrio San Cristóbal de los Ángeles
Repertorio, precios, proyecciones, músicos: todos los detalles de la esperada gira de Pecos
Así es. Estas son las verdaderas dos Españas, la del rubio, Javi, con su voz inconfundible y cara de ángel de la Sixtina (Dalí ni más ni menos lo describió así), y la del moreno, Pedro, el de los rizos y esa voz aterciopelada y sensual que te partía por la mitad… Ahora ellos mismos se dicen, con toda su socarronería, que son ‘el calvo y el del pelo blanco’. Que no, que no, que para nosotras siempre seréis el rubio y el moreno.

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Fue anunciarse que volvían, allá por diciembre, y miles y miles de fans de Pecos se lanzaron a comprar entradas en cuestión de horas. Que para qué está el dinero, más que para gastarlo en conciertos/terapia que nos dan la vida y un subidón de energía, y que por fin vamos a dormir bien, al menos esa noche.
Despertar de nuevas sensaciones
Con este resucitar de ‘Háblame de ti’, ‘Esperanzas’, ‘Acordes’, ‘Señor’, ‘Y decir que te quiero’ (Spotify sabrá mucho de cómo en estos días suben las escuchas) andamos echando cuentas y revisando años y recuerdos. Y hemos descubierto que algunas escuchábamos a Pecos (ojo, Pecos, sin el ‘Los’) cuando no éramos ni adolescentes… Cuando volvíamos del colegio y los exprimíamos en el radiocassette en la habitación y cruzábamos los dedos para ver si había suerte y el sábado salían de nuevo en Aplauso en TVE (no había otra). O si para Reyes nos caería el próximo LP.
Pedro componía con 15 ó16 años. Su hermano Javi tenía 17 ó 18. De ahí esa inocencia descarada en esas letras romanticonas que nos ayudaban a intuir la que se nos avecinaba… en la vida y en el amor. Mientras, a la vez, intentábamos entender qué era eso de pasar de una dictadura a una democracia, las primeras elecciones, la libertad por fin. Cóctel de emociones, el despertar de tantas nuevas sensaciones. En contraposición a tanta intensidad política, tranquilas tardes, aún con el uniforme del colegio, escuchando letras sobre amores en el parque, padres poco permisivos, corazones desatados, amigos que se disputaban novias… vamos, lo que verdaderamente nos importaba.
Enterrados entre tanta Movida
Luego vino lo que ya todos sabemos, la mili del uno y luego la del otro, un parón en el que sólo sabíamos de ellos vía SuperPop y nos conformábamos con verlos vestidos de soldados. Ainssss. Ellos que vestían ropas modernas y coloristas que compraban en Londres. Y por el camino, nos fuimos pasando al lado oscuro, que si Tequila, que si Alaska y sus Pegamoides, que si Nacha Pop o Police y todo lo demás, bien de pop y de rock. Bienvenidos.
Ahí quedaron adormilados nuestros amores preadolescentes y adolescentes, Pedro y Javi, Javi y Pedro, enterrados entra tanta Movida. Y eso que con ellos escuchamos y nos aprendimos ‘Mediterráneo’, antes de saber que era la gran obra maestra de Serrat.
Ahora, por fin y por sorpresa, nunca lo hubiéramos imaginado, miles de ‘chiquillas’ de provincia vamos a verlos en concierto -para muchas, primera vez- a nuestros cincuentas y sesentas. Que sí, que ya volvieron antes, pero no así, tan a lo grande y con tanta pasión desparramada. Esta es la buena. La vamos a liar, las dos Españas.
El 23 de marzo la fiesta, al apoteosis, pasará por Madrid, en el Movistar Arena, cerca de su barrio San Cristóbal de los Ángeles, cerca del instituto del barrio del Pilar donde Pedro estudiaba FP, cerca del taller donde Javi trabajaba como barnizador de puertas antes de que les cambiara la vida y cerca de su madre Carmen y sus mujeres, Blanca y Paqui.
26 ciudades, 34 conciertos y subiendo, un 'sold out' tras otro. Superando todas las expectativas.
Gracias @Alilopez666 por inspirar este artículo con ese glorioso TikTok que ha corrido por tantos grupos de Whatsapp: "Siii, tenemos entradas para ver a Los Pecos, y qué?!".
Un gusto leer esos más de 1.000 comentarios de quienes andan comprando entradas y deseando ir a cantar esas míticas canciones de las que, milagrosamente, nos sabemos todas las letras. Y ellos ya lo dicen, van a cantar TODAS sus grandes canciones, sin experimentos ni novedades. Eso sí, mucho audiovisual y una gran banda en el escenario. Prometen.
Nos vemos por ahí, las dos Españas, cantando por las pistas y las gradas. Pura desconexión digital.