Mañas o volver al Kronen 30 años después: "Los 80 y los 90 fueron un desmadre glorioso"

José Ángel Mañas, generación Kronen. jamanas©asis ayerbe 2
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"Es a la vez una maldición y una bendición", reconoce José Ángel Mañas cuando le preguntamos qué se siente al ser recordado para siempre como el escritor de 'Historias del Kronen', la gran novela generacional de la España de los 90, la de una juventud urbana, hedonista y políticamente desencantada que se entregaba a una espiral de noches eternas regadas por el alcohol, las drogas, el sexo y la violencia. Mañas conectó con los jóvenes lectores de la época y se convirtió, demasiado pronto, demasiado joven, en el cronista por antonomasia de la Generación X patria.

El escritor madrileño escribiría después decenas de novelas, pero ninguna alcanzaría ni de lejos el éxito de aquella primera, llevada también al cine por Montxo Armendáriz con gran éxito de taquilla. "Tú te morirás y solo quedará el Kronen", le dijeron cuando solo tenía 23 años. Y a pesar de todos sus esfuerzos por zafarse de esa profecía, Mañas ha terminando regresando al Kronen, asumiendo que sí, al final ese será su legado. Que es infinitamente mejor que no dejar ninguno. La reciente 'Una historia del Kronen' (Aguilar) es fruto de hacer un alto en el camino, echar la vista atrás y reconocer que su vida no se puede entender sin el éxito de su ópera prima.

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¿Qué buscaba realmente la generación del Kronen?

Los años 90 fueron la resaca después de la fiesta ochentera. Si la juventud en tiempos de la Transición estaba volcada en la política, y a partir del 15M volvió a centrarse en ella, los 80 y 90 fueron como un paréntesis, una especie de oasis donde la democracia, después del susto del 23F, parecía una batalla ganada definitivamente (¡cuánto nos equivocábamos!) y la principal preocupación era ocupar la calle y vivir la vida. La frase más emblemática sigue siendo la que pronunció Tierno Galván en el pregón de unas fiestas de San Isidro: “¡Al loro, y el que no esté colocado que se coloque”. Es una frase casi surrealista, que posiblemente no haya pronunciado nunca ningún alcalde del planeta; pero en su día parecía absolutamente normal. Los 80 y los 90 fueron un desmadre glorioso, un momento de despreocupación privilegiada. Me alegro de haberlos podido vivir.

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En mi época éramos más callejeros. Pasábamos mucho tiempo en el barrio y en los bares. Si te quedabas en casa eras un paria

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¿Ves diferencias entre aquella generación y los jóvenes actuales?

En mi época éramos más callejeros. Pasábamos mucho tiempo en el barrio y en los bares. Era donde construías amistades y donde hacías tu educación sentimental y estética. Siempre digo que en los bares se ligaba, se escuchaba música, y te fijabas en cómo vestía y se comportaba la gente. Si te quedabas en casa, eras un paria. Hoy los jóvenes tengo la sensación de que son mucho más sedentarios y pasan más tiempo delante de las pantallas. Igual nosotros éramos más ignorantes, y no teníamos toda la información del planeta al alcance de un clic, pero también íbamos menos al psicólogo. Por algo será.

¿Qué sientes ahora al releer ‘Historias del Kronen’? ¿Te dan ganas de reescribir algo?

Nada. Hay que respetar al chaval de veinte años que lo escribió, con sus imperfecciones e incorrecciones. Esa es la gracia del texto. De vez en cuando lo abro, y siento un vago temor. Me pregunto a ver qué es lo que escribió aquel veinteañero insolente; y, por lo general, acabo bastante sorprendido. Para ser una primera novela, escrita por un autor de veinte años, no está nada mal.

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¿Cómo imaginas a Carlos y los demás en 2025?

Carlos, muerto como un politoxicómano que acabó siendo. Y los demás, calvos, decadentes, deprimidos, sin comprender para nada el mundo que nos rodea. El mundo ha ido demasiado rápido para la gente de mi generación.

¿Cómo crees que sería recibida hoy una novela como aquella?

Hace unos meses habría dicho que sería imposible publicarla. Hoy, con la nueva sensibilidad masculinista de la era Trump a lo mejor ocurre lo contrario y resulta que un texto de estas características se jalea, quién sabe. En todo caso, hay que comprenderlo como un producto de los años noventa.

¿Cuánto habría cambiado ‘Historias del Kronen’ si se hubiera hecho en un mundo tan fragmentado y marcado por las redes sociales como el actual?

No sé si se podría vivir así hoy. La gracia de ‘Kronen’ es que es una novela muy abierta, donde los personajes se mueven por todo Madrid, de arriba abajo, en coche y a pie. No paran. Están ociosos, en el arranque de verano, y van de marcha cada día. No hay noche que no pasen por seis bares diferentes, y los coches les permiten recorrer una geografía muy extensa. Es un Madrid incomprensible sin la M30. Hoy tengo la sensación de que toda esa interacción sería imposible.

¿Cuánto de frustrante resulta ser recordado como el escritor del Kronen?

He escrito treinta novelas (y algunas muy buenas) pero la única que se sigue reeditando es ‘Historias del Kronen’. La parte negativa es que me podría haber ahorrado lo demás; la positiva, que algo de lo que hice perdurará. Muchos escritores matarían por tener un éxito como ese.

Al joven Mañas le diría que muchas gracias por ser tan osado y valiente. Le debo todo lo que soy

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¿Qué opinas del panorama literario español actual comparado con aquel en el que surgiste?

Es como si hubiese pasado un tsunami y hubiese arrasado el mundo cultural que yo conocí. Caos por todas partes, decenas de miles de títulos que se publican y de los cuales más del 50% de los ejemplares se destruye directamente. Una jungla donde miles de autores y editores compiten por la atención mínima que les puede conceder la sociedad en los tiempos de Internet y las series, que son las actividades más cronófagas imaginables.

¿Qué le dirías al joven Mañas que escribió aquella novela desde todo lo que has aprendido?

Que muchas gracias por ser tan osado y valiente. Le debo todo lo que soy. Que no se amilane y que no haga caso del ruido que le rodea. Que disfrute todo lo que pueda, porque el camino va a ser largo y espinoso. Que le quiero mucho e incluso le admiro.

¿Cómo te gustaría que te recordaran dentro de 20 años?

No creo que me recuerden. Creo que solo recordarán el título de mi primera novela. Pero, si quieren saber algo más, que lean ‘Una historia del Kronen’. Entre uno y otro título solo ha habido brega y confusión.